No eres el único. Cada vez hay más personas interesadas, en mejorar su gestión del dinero del día a día, y ahorrar para el futuro. La situación económica ha puesto de relieve, la importancia de tener una buena planificación financiera para los tiempos no tan buenos. Y que hay herramientas al alcance de todos los bolsillos, para construir (paso a paso) una fortuna, o un sobresueldo para la jubilación.

Sigue sin haber truco ni producto financiero talla única, que sirva para todo el mundo. Pero, por suerte, cuando estás empezando hay algunas herramientas que, independientemente de tu objetivo, te pueden ayudar a separar una cantidad de dinero al mes, a automatizar el ahorro e incluso, diseñar una estrategia de inversión. Ahora bien, todas pasan por tomar consciencia de tu poderío financiero.

"Las herramientas financieras deben partir de hacerle consciente de cómo son sus finanzas, cuánto gasta versus lo que ahorra. Y, sobre todo, cómo generar retos de ahorro a corto, medio y largo plazo. Después, tienen que buscar esas herramientas que le permitan llegar a esos objetivos", explica Paz Comesaña, directora de Marketing, Publicidad, CRM y Alianzas Estratégicas de EVO Banco.

"Tienen que analizar, como decía Paz, a corto, medio y largo plazo", apoya Juan Massana, responsable de las Zonas Madrid-Centro, y Noreste e Islas en Banco Mediolanum. "A medio y largo plazo, a nosotros nos gusta mucho el ahorro periódico con la máxima diversificación, porque te puedes beneficiar de las fluctuaciones de mercado, y de aprovechar el tiempo. Pero no se debe generalizar, tienes que hacerlo por necesidades y objetivos", añade.

Comesaña tiene claro que la mejor forma de hacerlo es —una vez has estudiado tus necesidades e impuestos unos objetivos a diferentes plazos—; con herramientas que te hagan más fácil, separar un porcentaje de tus ingresos cada mes. Estas son las tres que mencionó durante su ponencia en Money Insider: jóvenes y ahorro, un evento de finanzas personales del medio Business Insider España.

1- Aportaciones periódicas



"Una de las estrategias más clásicas, que mencionaba Juan, son las aportaciones periódicas para el ahorro a largo plazo", ejemplifica la directiva. Las aportaciones periódicas se pueden automatizar en diferentes productos financieros: un plan de pensiones, fondos indexados o simplemente una cuenta remunerada donde estás construyendo tu fondo de emergencia. El principal objetivo es automatizar y ser constante con el ahorro, para recoger los frutos a largo plazo; sobre todo en productos donde el interés compuesto juega a tu favor.

Ahora bien, si vas a poner tu dinero a trabajar por ti, los expertos recomiendan que consultes a un planificador y asesor financiero; para encontrar el producto que mejor se adapta a tu perfil de riesgo, tus objetivos y tu patrimonio.

2- Redondeo de compras



"Además de las aportaciones periódicas, hay otras estrategias mucho más divertidas como el redondeo de compras. Cuando compras, te redondeo esa compra a un euro o dos, los que tú quieras. Y vas apartando esas pequeñas cantidades con cada compra", describe Comesaña.

Una de las mejores aplicaciones que hay para ahorrar dinero, Goin, popularizó esta herramienta entre ahorradores, que no sabían cómo separar su ahorro de forma automática de su cuenta corriente. Aunque los propios bancos —seguramente el tuyo también—, tienen este tipo de funcionalidades y otros monederos virtuales, para hacerte ahorrar dinero sin que te des cuenta.

3- Alcancías para invertir



Apartar dinero en una alcancía que está destinado a ser invertido —con más o menos riesgo según tu perfil—; es bastante similar a hacer aportaciones periódicas, a diferentes productos financieros. "Con el redondeo de las compras que vas apartando, por ejemplo, inviertes en un producto más o menos arriesgado; a corto, medio o largo plazo para alcanzar tus retos", sugiere la directiva.

Comesaña recomienda establecer diferentes objetivos financieros en estos periodos: unos que estén más cerca del esfuerzo frecuente de ahorro —que serían los de a corto plazo—. Otros que sean realistas y medibles en un plazo de más de 5 años, pero menos de 15 —a medio plazo—; y otros que se orienten a la fecha de la jubilación o el retiro adelantado.

"Si ves que los vas consiguiendo, te motivarás para el reto a medio plazo y a largo plazo, que sería la jubilación"; pone de ejemplo Comesaña.

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Actualidad Laboral / Con información de Business Insider