El coaching es una herramienta genial para encontrar respuestas ocultas en nosotros mismos. Los años que pasó Alex Mesa, coach y capacitador, haciendo investigación le ayudaron a pulir su habilidad de hacer mejores preguntas, lo cual resulta el pilar medular del coaching. Su labor diaria le ha permitido identificar las tres formas más comunes en las que las personas generan el autoboicot. En el presente, además de nombrarlas te brindará filtros y soluciones para identificarlas, y dejarlas de hacer:


1- Evita toda suposición


Si algo siempre detiene la posibilidad de crecer es suponer. Suponer evita toda posibilidad de acción. Cada vez que suponemos, no sabemos; creemos que algo pasará y por lo tanto, nos detenemos a no hacer aquello que deberíamos. Y eso, es absolutamente débil de nuestra parte.


Filtros: Pregúntate: ¿estás absolutamente seguro que eso pasará? ¿Es acaso que supongo que no lo lograré? ¿Estoy cien por ciento seguro de ello?


no-boicot


2- Frena tu diálogo interior negativo


Si alguien es su peor juez y verdugo, es uno mismo. Cada vez que ejerces sobre ti, juicios de valor en contra tuya, te estas auto boicoteando. El encontrar las miles de formas en que no puedes hacer algo, no te dará las armas a nivel mental y emocional para resolverlo, solo destinará que te sientas mal.


Filtros: Cada vez que tengas diálogos internos pregúntate: ¿Pensar eso me ayudará a resolver mi problema? ¿Pensar eso me hace sentir mejor?


3- Analiza tus recompensas ocultas


Piensa en todo aquello que ganas, si no consigues crecer. Piensa en qué estás ganando, incluso cuando pierdes, porque ahí existe una estructura procesal que te autoboicotea. La manera más común de boicotearse a uno mismo se da por esta forma. Donde nos compramos nuestras fundamentaciones, donde nos vendemos nuestros propios pretextos y donde al final, recibimos una recompensa oculta por hacer o dejar de hacer.


Esto, por ejemplo, es común cuando: No se quiere crecer (se quiere permanecer pequeño para no cargar con el “peso de la responsabilidad); cuando se quiere continuar siendo víctima de la circunstancia, para ser ayudado o salvado por alguien más.


Filtros: ¿Qué gano si no lo hago? ¿Cómo estoy respaldando mi inseguridad personal? ¿Qué gano si vendo menos o si no vendo? ¿Qué gano si me mantengo mal? ¿Qué gano si no termino de prepararme para ser apto para “X” cosa? ¿Qué gano si fracaso?


Normalmente, las recompensas ocultas están a favor de hacerte sentir seguro, incluso fallando. Si algo genera permanecer en el mismo lugar, parado, es querer tanto tu propia seguridad. ¡Analízate!



Actualidad Laboral / Con información de Forbes Mx