Ahorrar dinero. Por qué una acción que todo el mundo sabe que es importante, para conseguir la seguridad financiera o preparar una buena jubilación, cuesta tanto de llevar a la práctica. Los estudios y encuestas al respecto, no dejan de demostrar la reticencia general a ahorrar y gastar menos.
Hay situaciones y situaciones, claro. Hay personas que por desgracia, no están en condiciones económicas para ahorrar lo necesario. Pero el otro extremo tampoco se salva, y fracasan en sus planes de ahorro y derrochan, pese a que saben que eso les perjudicará a la larga.
Por suerte, hay solución. Y una de ellas pasa por hackear la mente. La científica especializada en el comportamiento humano Wendy De La Rosa explica, para el canal de Youtube de las charlas TED; que debes cambiar el entorno en el que se producen tus decisiones financieras, si quieres cambiar tus hábitos al respecto.
Los trucos que ofrece De La Rosa a continuación no cambian tu entorno externo, sino el interno: son pequeños hackeos psicológicos que alteran la forma que tiene tu mente de ver los ahorros. Pruébalos porque seguro que cambian tu situación gradualmente.
1- Domina el compromiso previo
Pensar en tu futuro de forma abstracta y general no funciona para motivarte. La imagen mental que construyes suele estar desasociada de tú yo presente, y no sientes empatía por el resultado. Lo que De La Rosa recomienda es que aproveches cualquier oportunidad del presente, para pensar en su impacto tangible en el futuro; aunque no tengas toda la información que querrías.
A modo de ejemplo, la experta en comportamiento explica una prueba que se realizó con respecto a la devolución de impuestos en Estados Unidos. Como media, el reembolso suele ser 3.000 dólares, una cantidad muy importante que puede ayudar a ahorrar. En el ejercicio, se crearon 2 grupos. A los participantes del primer grupo, se les mandó un texto 4 meses antes de la devolución: "Si acabas recibiendo un reembolso, ¿qué porcentaje del mismo querrías ahorrar?". En el segundo grupo se les preguntó meses después, cuando la gran mayoría ya habría hecho declaración y sabía si tendría devolución o no, lo siguiente: "Vas a recibir una reembolso, ¿qué porcentaje del mismo querrías ahorrar?".
El segundo grupo quiso ahorrar de media un 17% de la devolución de impuestos. Pero el primer grupo quiso ahorrar de media un 27%. ¿Por qué el primer grupo tenía más predisposición al ahorro si ni siquiera sabía qué ocurriría durante la declaración? Compromiso previo: se les realizó la pregunta en un momento en el que la devolución formaba parte del futuro, y se condicionó dicha pregunta para que su respuesta tuviera un impacto directo. En cambio, el segundo grupo se hizo la pregunta muy tarde: ya no había futuro distante en el que operar, su yo del mañana se parecía demasiado al del presente, así que no había incentivos para comprometerse en serio.
Hazte preguntas relacionadas con el ahorro con tiempo, sin importar si tienes todavía la información necesaria. E imagina el impacto de tu posible respuesta para tu yo del futuro, de la forma más tangible posible.
2- Aprovecha los momentos de transición
El truco mental consiste en invocar una motivación más duradera: la que surge al recordarte que estás en un momento de transición. Es decir, debes situarte entre un punto A y un punto B, pensar que vas rumbo hacia este segundo lugar y preguntarte, si cumples las condiciones para llegar. De La Rosa da un ejemplo práctico que se realizó durante un estudio: Crearon un servicio ficticio que ayudaba a gente mayor a compartir sus casas, una forma como cualquier otra de generar ingresos y/o ahorros. Para promocionar este servicio, se iniciaron 2 anuncios en redes sociales. El primero tenía un mensaje muy ambiguo: "Te estás haciendo mayor. ¿Estás listo para la jubilación?". El segundo, no obstante, situaba al usuario en un momento de transición entre un punto A y un punto B: "Tienes 64 años y pronto harás 65. ¿Estás listo para la jubilación?".
El segundo anuncio tuvo mayor éxito que el primero. Hubo más clics, más registros y mejores indicadores de compromiso por parte del consumidor. "Así que ahora mismo, programa una reunión en tu calendario para el día antes de tu cumpleaños", explica esta experta en el comportamiento humano. "Identifica aquella tarea financiera que quieres y/o debes hacer. Comprométete a hacerla". Y cada vez que notes que tu motivación baja, mira de nuevo la cita y piensa: "Tengo X años y pronto cumpliré X, ¿estaré listo el día de mi cumple a nivel financiero?". Para invocar esta sensación de encontrarte en un momento de transición, y recuperar la motivación para seguir adelante.
3- Gestiona con eficiencia compras pequeñas y frecuentes
Es por eso que, lo mejor es empezar por las compras más pequeñas pero frecuentes. No solo son más fáciles de gestionar: descubrirás, si empiezas a hacer cálculos, que son un mayor gasto de dinero de lo que creías. De La Rosa pone de ejemplo clásico el comer fuera: en múltiples encuestas se revela como la actividad de ocio, que más gastos conlleva. El motivo es que no te das cuenta. Que si un café por aquí, una hamburguesa por allá, un vinito... Y las cifras se van acumulando.
La científica pone un ejemplo personal: descubrió que se gastaba 2.000 dólares al mes en apps como Uber y compañía. Decidir a secas no volver a hacerlo no le funcionó: cuando volvió a inspeccionar sus gastos, había gastado otros 2.000 dólares. Así que ideó una estrategia en 2 partes.
- La primera parte consistió en crearse obstáculos. Desvinculó su tarjeta de crédito de las apps y creó una tarjeta de débito virtual, donde añadió una pequeña suma de dinero. Usó esa tarjeta para pagar sus viajes. Poco a poco recurrió menos a estas apps porque le resultaba un fastidio, tardar tanto en pagar los trayectos y recargar la tarjeta cada 2 por 3. "Cada clic, cada obstáculo, cada barrera cambia tu comportamiento", explica.
- La segunda parte fue ayudar a su mente a tener información concreta sobre cuánto gastaba en viajes. Primero contó cuántos trayectos realizaba a la semana. Eso ayudó a su cerebro a hacerse a la idea de la magnitud de la tragedia. Y le fue fácil reducir esa cifra a solo 3 usos de estas apps por semana. La información también cambia tu comportamiento. Así que busca aquellas compras pequeñas que realizas con frecuencia, ponte obstáculos y ayuda a tu cerebro con información para encontrar formas de recortar gastos.
Actualidad Laboral / Con información de Business Insider