Descansar, disfrutar, dormir, divertirse, y sobre todo, desconectar. Son las ‘5 D’ del verano, y es necesario practicarlas para vivir unas vacaciones completas, que nos ayuden a reponer fuerzas y regenerar las neuronas antes de volver al trabajo. Y eso supone que exista también, una desconexión digital. Olvidarse de los dispositivos electrónicos, las notificaciones, llamadas y los emails profesionales reduce los niveles de estrés, facilita la relajación, y mejora el bienestar general.

Estamos ya a finales de agosto, y se acerca el momento de decir adiós a esos días de sol y tiempo libre. Hay que empezar a pensar en la ‘vuelta al cole’, y para algunos el mero hecho de pensarlo, ya resulta estresante. No obstante, es recomendable afrontarlo con actitud positiva y tratar de ajustarse, de forma progresiva al ritmo laboral; para evitar sentirse abrumado. Por su parte, las empresas también pueden adoptar una serie de medidas, que hagan a sus empleados más llevadera la reincorporación al trabajo.

Flavia Grimberg, directora de Personas y Organización de la consultora española Watch&Act, ofrece esta serie de recomendaciones para ayudar a las compañías, a conseguir que sus equipos recuperen la motivación y el compromiso con el proyecto empresarial.

1- Encuentros informales. Como primera toma de contacto, busca la reconexión emocional de tus empleados. Promueve encuentros informales en los que puedan compartir sus experiencias, y crear un ambiente positivo; que fomente la colaboración, y establezca un buen clima laboral. Los jefes de equipo pueden proponer un desayuno o una comida de reinicio, que ayude a vencer el síndrome postvacacional, con uno de los mejores aspectos que aporta la vuelta al trabajo: las relaciones personales de calidad.

2- Organización de agenda y objetivos. Superada la primera toma de contacto, hay que ponerse manos a la obra. Para ello, conviene identificar los proyectos, eventos o hitos principales que están previstos; fijar las reuniones a poner en agenda, y establecer los objetivos a conseguir para la última parte del año. Tener una planificación y establecer prioridades, es una forma de ayudar a encauzar la motivación y el compromiso laboral.



3- Espacios de diálogo. Es esencial dar prioridad a la escucha, y fomentar el diálogo abierto dentro de los equipos; fomentando que los empleados expresen, y compartan sus ideas y necesidades ante la nueva etapa laboral. Hacer que se sientan protagonistas y que se atienden sus opiniones, respecto a los nuevos retos que se acercan; resulta estimulante y consigue que se involucren, y den lo mejor de sí mismos en un ambiente positivo y colaborativo.

4- Bienestar digital. Después de haber disfrutado de la desconexión digital durante las vacaciones, es buen momento para establecer políticas, que favorezcan el bienestar digital de los empleados. Como punto de partida, determinar unos límites saludables en el uso de dispositivos electrónicos, que incluya el respeto por el tiempo de descanso; y no fomentar su uso fuera del horario de trabajo. Esto también mejora el equilibrio entre lo personal y lo profesional y refuerza la salud laboral del empleado.

Es verdad: el síndrome posvacacional existe. Pero un trabajador que se sienta escuchado, valorado y bien tratado, y que cultive las buenas relaciones profesionales; siempre experimentará una transición más llevadera, y se readaptará con más facilidad al ritmo laboral. Emprender la nueva etapa con optimismo y motivación, hará que las siguientes vacaciones lleguen antes de que nos demos cuenta.

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Actualidad Laboral / Con información de Equipos & Talento