Las empresas son pequeños ecosistemas en constante transformación, que evolucionan al mismo ritmo que lo hace la sociedad. Y al tiempo que avanzamos hacia una sociedad y una economía, más centradas en las personas; también las organizaciones están viviendo un proceso de humanización. En este contexto, se imponen nuevos modelos de liderazgo más emocionales: que fomentan el empoderamiento de los equipos y cultivan el compromiso, y la motivación de los empleados. Así lo asegura Watch&Act, consultora española especializada en procesos de transformación empresarial.

Según datos de marzo de 2022, basados en el estudio de Watch&Act de más de 1.800 líderes de equipos que gestionan de forma directa a más de 36.000 personas; existen cuatro factores clave que en la actualidad, caracterizan al buen líder:

1- Exigencia. Los equipos conceden gran importancia a que sus jefes fijen objetivos altos, exigentes, retadores; que requieran esfuerzo y preparación, pero garanticen el crecimiento de la compañía. La concentración en ese esfuerzo produce un mayor nivel de energía; lo que resulta altamente positivo, para superar situaciones de crisis permanente como la actual.

2- Entusiasmo. La actitud entusiasta es contagiosa y genera vitalidad. Y la pasión por lo que se quiere conseguir permite hacer frente a las incertidumbres, adversidades e imprevistos que se encuentran en el camino hacia los objetivos a alcanzar. Todo ello nace de la parte más emocional de la persona, es aspiracional y reflejo de su autoestima.

3- Credibilidad. El líder que inspira confianza tiene la capacidad de conquistar el respeto de los demás; y eso se consigue con paso firme, y transparencia. Él como nadie debe representar la honestidad, la prudencia, el compromiso y el conocimiento. Y todos estos valores impactan positivamente en los demás; provocando actitudes de aceleración, para conseguir buenos resultados y alcanzar los objetivos.



4- Ejecución. Un buen jefe de equipo está dentro del equipo, forma un todo con él y se remanga como el resto de sus miembros; pero manteniendo firmes las riendas y moviéndose con seguridad, entre lo estratégico y lo táctico. No siempre hay tiempo para buscar consensos y mayorías, el mercado no espera y hay que ejecutar con rapidez; por lo que la confianza en las capacidades del líder es crucial.

Según Watch&Act, un liderazgo basado en estos factores consigue que en su organización haya: un 62% menos de rotaciones no deseadas, un 91% menos de absentismo, un 262% más en alcance de los objetivos. Y un 49% de superación del Net Promoter Score (NPS), que mide la fidelidad de los clientes basándose en las recomendaciones. A partir de estos datos, el resultado es que un buen líder puede llegar a duplicar la rentabilidad de la compañía.

“El contexto empresarial ha cambiado, y hemos observado, además, la acentuación de una serie de rasgos: como la necesidad de las organizaciones de sacar el máximo partido a sus datos; de introducir la geopolítica en la toma de decisiones (por su influencia en la competitividad y sostenibilidad del negocio). Y de incorporar tecnologías emergentes (IA, Big Data, IoT, Metaverso, etc.), que permitan aprovechar nuevas oportunidades y nuevas formas de hacer las cosas. Sin duda, los nuevos modelos de liderazgo no deberán pasar por alto estas tendencias”, añade Luis Fernando Rodríguez, CEO de Watch&Act.

Actualidad Laboral / Con información de RRHH Digital