El 41% de los trabajadores con alguna discapacidad experimentó microagresiones (25%), acoso (10%) o intimidación (7%) en el trabajo durante el último año; según el primer informe sobre la Inclusión de las personas con discapacidad en el trabajo 2024 de Deloitte. El estudio se basa en una encuesta en 20 países, que recoge las experiencias de 10.000 personas con alguna discapacidad, enfermedad crónica o neurodivergencia, para conocer sus experiencias en sus lugares de trabajo.
Los hallazgos presentan un panorama diverso sobre cómo estas personas se autoidentifican. La divulgación de su condición, el nivel de confianza para solicitar adaptaciones en sus centros laborales, la incapacidad de participar en eventos debido a la falta de accesibilidad y las experiencias negativas derivadas de comportamientos no inclusivos.
Alrededor de la mitad (52%) de los trabajadores agredidos denunció estas conductas de manera formal ante una autoridad en su organización. Los que no lo hicieron, argumentan razones como preocupaciones de que la conducta empeorara, pensar que la queja no se tomaría seriamente y no sentir que las conductas, fueran lo suficientemente graves para alzar la voz.
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Pese a que las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de la inclusión, los resultados de la encuesta muestran que aún queda mucho por hacer. Observamos altos niveles de divulgación de algún tipo de condición en el lugar de trabajo, pero también preocupación sobre la percepción negativa cuando se trata de solicitar adaptaciones; las solicitudes que se rechazan, los eventos laborales que no son accesibles y las experiencias de comportamientos no inclusivos”, menciona Emma Codd, Directora de Diversidad, Equidad e Inclusión en Deloitte Global.
BUSCAN PRIVACIDAD
La divulgación de una condición especial en el trabajo es alta; sin embargo, muchos optan por no compartirla con su equipo.
Casi 9 de cada 10 encuestados (88 %) han optado por hablar sobre su discapacidad, neurodivergencia o condición de salud crónica, con por lo menos una persona de su equipo de trabajo. A través de un sistema de información de recursos humanos (HRIS) o mediante un programa de autoidentificación, aunque muchos todavía no la comparten con sus colegas o pares.
Además, 35% de los encuestados por Deloitte optó por revelar su condición a miembros menos experimentados de su equipo, y 31% a otros colegas fuera del equipo. Mientras que 78% prefirió mencionar su condición al área de Recursos Humanos, y 73 % se lo dijo directamente a un supervisor.
Los encuestados que prefirieron mantener su condición en privado, dijeron sentirse preocupados por sufrir discriminación; que los gerentes consideren que su capacidad para hacer el trabajo se vea afectada, o que su progreso profesional pueda mermarse. 21% de las personas citó haber tenido una experiencia negativa después de revelar su condición a un empleador anterior.
Solo 25% de los encuestados que ha hablado sobre su situación con su empleador, ha solicitado adaptaciones en el lugar de trabajo. 75% todavía se abstiene de hacerlo por razones como: 43% considera que no necesita alguna, 20% tiene temor de que la respuesta de los supervisores sea negativa, y 11 % se siente desanimado por experiencias negativas en otros empleos.
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Actualidad Laboral / Con información de Revista E y N