14-10-2022
España es el país de la Unión Europea (UE) en el que, un mayor porcentaje de ocupados deja su empleo cada trimestre. La Gran Rotación del empleo se mantiene en España pese a la reforma laboral; y lastra la capacidad de la economía española de crear empleo. En el segundo trimestre del año, la cifra de personas que habían dejado, recientemente su empleo se situó en los 994.400, un 4,9% del total de personas con empleo. Aunque el dato refleja una mejora continuada durante los últimos años, su elevado peso sigue lastrando la creación de empleo, con mayor intensidad que en el resto de países de la Unión.

Y ello, a pesar de que la primera mitad del año, fue un periodo de bonanza en el mercado laboral; que permitió que 1,3 millones de personas, se incorporaran a un nuevo empleo en España. Un volumen que equivale al 6,5% de todos los ocupados, y solo se vio superado por Finlandia (8,1%), Dinamarca (6,8%) y Suecia (6,6%). Los datos de Eurostat (Oficina Europea de Estadística), actualizados hace unos días, no clarifican el motivo por el que los trabajadores abandonan su empleo. Es decir, si lo hacen voluntariamente o no.

Aunque en un país como España, en el que solo un 14% de las bajas de afiliación mensuales responden a dimisiones. Frente a un 62%, causadas a la finalización de un empleo temporal, no parece aventurado decir que esta situación, tiene poco que ver con una Gran Renuncia.

Volatilidad y 'calentamiento'



Precisamente en un contexto de 'sobrecalentamiento' del mercado laboral, especialmente intenso en países como República Checa, Alemania, Holanda y Austria; donde ya hay más vacantes de empleo, que personas desempleadas. Resulta revelador que la volatilidad del empleo en España, supere a la de cualquiera de ellos. Solo Finlandia registra niveles de rotación similares a los de España. Aunque la diferencia entre incorporaciones y salidas recientes de trabajadores, es mucho mayor a favor de los primeros. Es decir, el obstáculo que supone la rotación, sobre la creación de empleo neto, es mucho menor.

A pesar de su elevado volumen en comparación con Europa, la rotación ha registrado una mejora sostenida; desde el inicio de la serie histórica, que arranca en 2009, en mitad de la crisis financiera. Aunque esto se debe más a un retroceso de las salidas, que a un incremento de las entradas de nuevos trabajadores. Esta evolución arroja dudas, sobre si responde a la mejora de la actividad y el empleo; o recoge también el impacto de la reforma laboral. En este punto, hay que recordar que en el segundo trimestre del año, la norma ya se encontraba plenamente en vigor.



Pese al incremento de los contratos indefinidos, y también de la cifra global de ocupados con contrato fijo, que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA). No se puede afirmar que esto haya afectado sustancialmente la tendencia, que ya anotaba antes el comportamiento de la rotación.

Así, el 4,9% de ocupados que acaban de dejar su empleo en junio, recorta en dos décimas el porcentaje anotado en el primer trimestre, un 5,1%. Desde el inicio de la serie histórica, que arranca en 2009, en plena crisis financiera; este indicador ha mantenido un continuo descenso, solo interrumpido por la pandemia. Pero, aún supera en tres décimas al del mismo periodo de 2021, cuando se mantenía en el 4,6%. Por su parte, el porcentaje de nuevas incorporaciones, se ha mantenido prácticamente estable desde 2017, pese a la recuperación económica.

Teniendo en cuenta el elevado peso, que el empleo eventual aún mantiene en España, incluso en un contexto positivo para el empleo; sigue pendiente clarificar el impacto, que el cambio legal puede tener sobre diferencial entre España y la UE en la volatilidad del empleo.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista