Para controlar el tránsito de los migrantes centroamericanos por el país y disminuir el número de personas que arriban a la frontera norte con Estados Unidos, el gobierno mexicano necesitaría gastar alrededor de 4,000 millones de dólares. El cálculo se basa en lo que otros países han gastado al implementar medidas similares enfocados en contener la migración; señaló José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se comprometió con Washington a desplegar a la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, con atención especial a los estados de la frontera sur, para reducir la cantidad de centroamericanos que lleguen a la frontera norteamericana. Esto, después de que Donald Trump amenazó con establecer un arancel de 5% a las exportaciones mexicanas.
El plan en materia de migración encabezado por el canciller Marcelo Ebrard y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se dará a conocer hoy; sin embargo, el gobierno forzosamente deberá desembolsar del presupuesto federal para proveer de infraestructura, seguridad, empleos y servicios de salud para los migrantes. “Sí puede tener un costo financiero para el gobierno federal que no está ahorita presupuestado y que los recursos excedentes que tiene ahorita o los ajustes que están haciendo muy probablemente no alcancen, para emprender todo el diseño institucional y de infraestructura que se va a requerir”, apuntó el especialista.
Previo a este desencuentro con el mandatario estadounidense, el gobierno mexicano planteó invertir 30,000 millones de dólares como parte de un plan de Desarrollo Integral para Centroamérica. Este incluía apoyo económico por parte del país vecino del norte y tenía por objetivo “mitigar la migración”, de los habitantes de esa región hacia el norte. Aunque los integrantes de la cuarta Transformación insisten que el plan inicial permanece, el enfoque parece haber cambiado a uno de contención, utilizando a los integrantes de la Guardia Nacional. “La visión del proyecto era positiva, resolver de raíz el problema: la falta de empleo que hay en América Central, las condiciones sociales precarias, inseguridad; eso es parte de lo que ha exacerbado los flujos migratorios. El tema es que EU -Estados Unidos- no se comprometió financieramente a nada y por el contrario, el año pasado se recortaron algunos de los recursos que el gobierno americano canalizaba a Guatemala, Honduras y el Salvador”, apunta De la Cruz.
Los principales afectados de una mala gestión de este fenómeno, por parte del gobierno federal, podrían ser los estados del sur. Pero, también los del norte del país en donde podrían asentarse los migrantes, debido a las presiones en infraestructura y los servicios; sobre todo en un momento en el que la economía mexicana se encuentra en desaceleración, opinó el especialista. “Es un tema de seguridad nacional, de interés nacional porque acaba involucrando no nada más exportaciones, migración, sino que detrás de esto está la generación de empleo, el desarrollo de los estados que mejor lo han hecho en los últimos años que son los Estados manufactureros exportadores, hablamos de Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro. Lo que está en juego es justamente lo que mejor ha funcionado en la economía mexicana en los últimos años”.
Un aspecto necesario en este plan migratorio es integrar a los actores económicos de la zona sur del país, Esto con el objetivo de que sean ellos los que apoyen a la generación de empleos y retener a los migrantes, consideró Rodolfo Castillo, Profesor investigador de la Facultad Latinoamericana de ciencias Sociales (FLACSO). “Mientras el gobierno federal no realice un ejercicio muy rápido y muy exitoso, con los gobiernos y los empresarios y los estados de Chiapas, Campeche, quintana Roo, de Oaxaca, de Tabasco para que dentro de las actividades que ellos ya están desarrollando de manera inmediata, puedan darle cabida a nuevos empleados centroamericanos porque en las actividades en el sector agrícola se requiere de mucha mano de obra poco calificada. Mientras no se haga eso, está más limitado en alcances el gobierno federal".
Actualidad Laboral / Con información de Forbes México