Saber cómo cerrar tu jornada laboral es, además de una manera de relajarse y dejar el estrés del día en la oficina para no irse a casa con los nervios de punta, una manera de incrementar los niveles de productividad del día siguiente. Si llegas a la oficina y lo primero que tienes que hacer es arreglar los enredos del día anterior, además de muy probablemente comenzar tu jornada con mal humor; te retrasará en tus tareas de día y entrarás en un buclé donde nunca podrás dejar finalizadas tus tareas diarias por comenzar, por las que tampoco cerraste el día anterior.


Por eso, ponte las pilas al final del día, y en lugar de salir huyendo a casa, revisa esta lista de facilidades que te proponemos para mejorar tu jornada:


1- Lista de tareas pendientes


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Para ganar tiempo al día siguiente y ponerte directamente, a realizar tus tareas sin necesidad de hacerte antes una programación del día; puedes utilizar los últimos minutos de tu jornada laboral para hacerte una lista de las tareas que te quedaron pendientes y que debes resolver el próximo día.


2- Evalúa la productividad de tu jornada


Una buena idea para terminar la jornada es convocar una reunión con todo el equipo, para valorar la jornada y hacer un balance del trabajo realizado hasta el momento, y el que queda por realizar. Es una manera de controlar el estado de los proyectos y revisar que todo se está realizando bajo lo planeado.


3- Planea la próxima jornada


Además de hacer una lista de tareas pendientes, como ya hemos comentado anteriormente, planear cómo y en qué vas a distribuir el tiempo de tu próxima jornada, puede ser algo que al final del día te cueste muy poco realizar y te ayude a comenzar a desconectar; pues, esto se trata de una actividad relajada y de reflexión, que a su vez te facilitará el trabajo de cara al próximo día.


4- Ordena tu oficina


Antes de abandonar tu lugar de trabajo hasta el próximo día debes ordenar, tanto tus áreas, como tu propia oficina. Cuanto más caótico esté el lugar de trabajo, más fácil te va a ser organizarte y concentrarte. Por eso, deberías poner cada cosa en su lugar.


5- Anota tus objetivos alcanzados


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Una manera de ir controlando tu progreso es anotar al final de tu jornada, qué objetivos que tenías pendientes has conseguido hoy, o qué metas has alcanzado. Además de controlar tu progreso, te ayudará a motivarte e irte a casa con un buen sabor de boca.


¿Vas a ponerlos en práctica?


Actualidad Laboral / Con información de Forbes España