En algunos casos, el estrés laboral puede ser sólo el principio de una larga lista de afectaciones tanto físicas como mentales provocadas por malas condiciones de empleo. Sentirse estresado por el trabajo es una respuesta a las presiones y demandas laborales.


De acuerdo con una investigación de 1DOC3, una plataforma de teleconsultas médicas, las personas que presentan estrés laboral, dependiendo de su severidad, pueden llegar realizar sus actividades de manera deficiente, ser inoperantes en sus funciones, tener un mayor promedio de ausentismo, e incluso poner en riesgo su seguridad y la de otros colaboradores.


“El estrés es la respuesta que tenemos como seres humanos ante algo que nos causa un estado de alerta. El estrés es algo que sucede de manera natural, pero durante años nos acostumbramos a que se trata de una respuesta de alarma para buscar la supervivencia de agentes externos, como un León”, explica Denise Caltum, directora de P3Program, un programa de bienestar empresarial.


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando el estrés es significativo entre la fuerza laboral, se pueden presentar reacciones fisiológicas (presión arterial alta), emocionales (irritación), cognitivas (problemas de memoria) o conductuales (agresividad).


En ese sentido, las 5 enfermedades más comunes causadas por el estrés laboral son:


Depresión


La depresión está vinculada con el burnout, el estrés laboral crónico, según 1DOC3. Cuando un trabajador tiene este padecimiento, no sólo hay afectaciones en su entorno personal, también hay un impacto negativo en su desempeño laboral. Aunque la depresión puede detonarse por diversas causas, los ambientes y condiciones de trabajo pueden ser un factor importante por la desmoralización, desilusión y agotamiento emocional que implican.


Presión arterial alta


La OMS reconoce que las alteraciones cardiovasculares tienen un vínculo con el estrés laboral. De esta manera, las condiciones de empleo desfavorables pueden generar problemas en la presión arterial debido a la exposición prolongada al estrés laboral.


Alteraciones metabólicas


El estrés laboral puede alterar el apetito y el hambre, afectando en gran medida al metabolismo, además de generar un retraso en la digestión. Los malos hábitos alimenticios, como una alimentación inadecuada o sin un control en los horarios, puede estar también influida por el estrés ocasionado en el trabajo.


Desórdenes músculo esqueléticos


Aunque las fracturas y lesiones siempre se han vinculado con problemas físicos, hay evidencia de que los factores de riesgo psicosocial que causan afectaciones en la salud mental, como el estrés o el insomnio, también pueden generar dolores en espalda, cuello y hombros. Los especialistas de 1DOC3 refieren que la tendencia a sentirse sobrecargado de trabajo, así como también la realización de tareas repetitivas y el estrés constante en el ambiente laboral, se traduce en dolores de nuca y cuello.


Alcoholismo


En situaciones de estrés prolongado, el alcohol puede ser la ruta de escape para algunos trabajadores por el alivio temporal que brinda, pero su consumo periódico puede desencadenar en un nuevo problema: alcoholismo. Se sabe que, las actividades laborales rutinarias y monótonas, la insatisfacción laboral, largas jornadas y poco descanso, pueden ser condiciones de peso para el consumo de sustancias como el alcohol.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista