Es innegable que nuestro lenguaje corporal es importante, sobre todo, cuando se trata de negocios. A través de él, puedes capturar la atención de alguien sin decir una sola palabra, o hacer que te ignoren si no eres consciente de los mensajes inconscientes que envía tu cuerpo. A continuación, te presentamos cinco consejos prácticos que te ayudarán a afinar este sistema transmisor para comunicar, exactamente lo que tienes en tu mente:
1- Vive con estatura
Esta es la preparación para todo lo que hacemos. Por eso, siempre párate en toda la extensión de tu estatura. Para ello, pregúntate cómo sería personificar la estatura. Cuando lo haces, lo primero que descubres es que el cuerpo inhala, tus músculos principales se mueven hacia arriba y tu pecho se expande. No se trata solo de pararse derecho o de prestar atención; eso es presentación y al final nos ponemos tensos. No es únicamente una postura física, sino un estado mental. En otras palabras: vive con estatura, no solo te “presentes” con tu estatura. Al caminar por el pasillo, en una teleconferencia o en reuniones (formales e informales) la estatura enmarca quién eres, no nada más lo que haces.
2- Suelta la tensión
Frente a un espejo, relaja la tensión de la lengua, la mandíbula, el cuello y los hombros, colocando la punta de dos dedos en tu boca, debajo de la lengua, y soltando con suavidad. Tu lengua se verá relajada, no cóncava ni convexa, simplemente flácida (la sensación de babear). Coloca la otra mano justo debajo de la línea de tus labios, formando una V entre tu pulgar y tu índice, y jalando suavemente tu mandíbula hacia abajo (entre uno y dos centímetros y medio). Mientras te observas, es muy probable que veas que tu lengua se retrae, tu cabeza se hunde y tu cuello y tus hombros están tensos. Si haces este ejercicio consistentemente, no solo te sentirás más relajado y seguro de ti mismo, sino que también transmitirás esa imagen.
3- Mantén el contacto visual
Al igual que tu voz, tus ojos expresan todo. El contacto visual nos conecta, literal y figurativamente, con los otros. Es una técnica crucial que te ayudará a romper conductas inconscientes, que envían señales equivocadas a tu audiencia. Por ejemplo: ansiedad, inseguridad y no ser digno de confianza. Además, hacer contacto visual cambia tu voz. Notarás un tono más alto, resonancia mejorada y energía vocal; ello es fundamental para personificar integridad, autoconfianza y autoridad.
4- Haz gestos a propósito
Los ademanes te ayudan de manera efectiva a contar la historia o, a desviar la atención de lo que estás diciendo. En cualquier presentación, todos los gestos deben tener una intención y no ser al azar, inconscientes y mucho menos repetitivos. Asimismo, la forma en que te paras frente a tu audiencia importa. De nuevo: practica frente al espejo. Une tus manos frente a ti, justo debajo de la línea del cinturón, estrechando una con la otra, y observa cómo te ves. Para tu siguiente práctica adopta esta postura, pero esta vez entrelaza los dedos. Fíjate cómo inmediatamente pareces más centrado, más aterrizado. Ojo: este pequeño ajuste en las manos crea una gran diferencia visual.
5- Recuerda el apretón de manos
Con frecuencia, tu saludo de mano es la primera conexión que estableces con alguien. Podría parecer un gesto cotidiano o superficial, aunque es mucho más que eso. Un apretón de manos es un ecualizador, que transmite sinceridad y calidez. Por tanto, debe ser firme, pero no agresivo. Además, no establece diferencia en cuanto a la edad, género o estatus. Practica el apretón de manos con un amigo o colega, manteniendo el contacto visual. Nunca con prisa. Conforme progreses en tu consciencia vocal, notarás que cada paso está diseñado para que alcances el dominio de la comunicación. Tómate tu tiempo y siempre practica con esmero. La rutina nunca es rutina; estás aprendiendo nuevas habilidades, que te ayudarán a convertirte en el líder que eres capaz de ser.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur