La pandemia ha acelerado los desafíos de salud y bienestar de los empleados, especialmente la salud mental. A pesar de que las empresas invierten en programas de bienestar, muchos empleadores se enfocan en intervenciones individuales que remedian los síntomas; en lugar de resolver de raíz las causas del agotamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agotamiento o burnout se ha convertido en un fenómeno laboral producido por el desequilibrio, entre las cargas laborales y los recursos ofrecidos.

Esta condición se manifiesta comúnmente con cansancio extremo, angustia y disminución de la capacidad, para regular los procesos cognitivos y emocionales. Aunque no es una condición médica, sí está relacionada con la ansiedad y la depresión, que puede desencadenar problemas de salud mental más complejos. A propósito de esto, el McKinsey Health Institute realizó una encuesta a 15.000 colaboradores y más de 1.000 responsables, de la toma de decisiones de recursos humanos en 15 países, entre febrero y abril del 2022.



Esta encuesta detalla los factores del entorno de trabajo, que con frecuencia las organizaciones pasan por alto. Y que sirven como base de la salud mental y el bienestar de los colaboradores, en un mundo donde los índices de agotamiento aumentan rápidamente.

Los cinco hallazgos más relevantes

1- Existe una desconexión entre los empleadores y los colaboradores. De acuerdo con el informe del McKinsey Health Institute, existe una brecha promedio del 22% entre las percepciones de los empleadores y los empleados. Ya que los primeros tienden a calificar mejor, las condiciones de su lugar de trabajo, relacionadas con la salud mental y el bienestar; en comparación con sus colaboradores.

2- El 25% de los empleados informa comportamientos tóxicos en su trabajo. El comportamiento tóxico en el trabajo es una conducta, que hace que los colaboradores se sientan desvalorizados, menospreciados o inseguros. Y se ve reflejado en el trato injusto o degradante, y en el comportamiento poco ético de los líderes o compañeros de trabajo. Los trabajadores que reportan niveles altos de comportamiento tóxico, tienen 8 veces más probabilidades de reportar niveles altos de síntomas de agotamiento.



3- El comportamiento tóxico es el principal indicio del agotamiento. La encuesta revela que experimentar un comportamiento tóxico en el lugar de trabajo, es el predictor más fuerte de la intención de dimitir en los próximos 3 a 6 meses. Si no se toman medidas, esta problemática puede incrementar costos; pues reemplazar a la fuerza laboral varía, entre la mitad y el doble de su salario anual.

4- Inclusión, principal predictor del compromiso y la satisfacción laboral. En todos los países encuestados, la inclusión fue el principal predictor del compromiso y la satisfacción laboral. También el trabajo sostenible, el entorno de crecimiento favorable y la ausencia de estigma. Los esfuerzos de las empresas tendrían mayor impacto, si se enfocan en el entorno de trabajo con intervenciones centradas en la prevención.

5- La capacidad de resistencia y adaptación de los individuos puede ayudar, pero no compensa.  La investigación indica que los empleados que se adaptan más fácil tienden a tener una ventaja en la gestión del cambio y la adversidad. La encuesta muestra que los colaboradores con alta adaptabilidad son un 60% más propensos a informar de su intención de abandonar su organización si experimentan altos niveles de comportamiento tóxico en el trabajo.

Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo