Para Brendan Hunt, la confianza en uno mismo es como un hurón.
"A veces puede estar atrapado bajo una pila de escombros", explica a Business Insider el guionista, actor y cocreador del programa de televisión para Apple TV+ Ted Lasso. "Y el hurón no puede salir porque hay una roca que le obstaculiza la salida".
Tras una infancia marcada por los abusos verbales y el alcoholismo de su madre, la autoestima de Hunt empezó a crecer gracias a sus compañeros de la escuela de interpretación de la Universidad Estatal de Illinois. Más tarde crearía su propia compañía llamada El Teatro de Ted.
Ahora es una de las mentes creativas de la serie ganadora del premio Peabody y nominada 20 veces a los Emmy, con la que transmite las lecciones que aprendió sobre las dificultades, el dolor y las pérdidas importantes.
Resulta que los hurones también son criaturas graciosas a las que les encanta cavar. Ted Lasso ha capturado el espíritu del pequeño animal y se ha abierto camino en los corazones de los espectadores a través de sus divertidas lecciones sobre la bondad.
En esencia, la serie de comedia de Ted Lasso, que comenzó su tercera temporada el pasado marzo, es una comedia laboral especialmente relevante para directivos y ejecutivos.
Un entrenador de fútbol universitario estadounidense, sin ninguna experiencia en el fútbol europeo, es contratado a conciencia por la propietaria, recientemente divorciada, para dirigir un equipo de la Premier League en apuros. El programa supera los límites del formato comedia al ilustrar cuáles son las mejores formas de desarrollar el talento, aprender de los errores y hacer frente a las grandes pérdidas dentro y fuera del campo.
"Hoy empieza la nueva temporada y, para ser sincero, estoy mareado", tuiteó Ted Lasso. (Sí, Lasso tiene su propia cuenta de Twitter.) "Pero un gran dato sobre las mariposas es que sólo aparecen cuando algo te importa de verdad. Y además saborean con sus patas".
Estrenada la tercera temporada, recopilamos aquí –con algunos spoilers– las 5 principales lecciones de liderazgo de Ted Lasso (interpretado por Jason Sudeikis), su ayudante Beard (interpretado por Hunt) y la dueña del equipo, Rebecca Welton (interpretada por Hannah Waddingham).
Aprenderse los nombres de las personas
Nathan Shelley (Nick Mohammed) es el –a menudo maltratado– jefe de equipo. El primer día, Lasso sorprende a Shelley preguntándole su nombre. Este acto básico de respeto acaba dando sus frutos cuando Shelley le muestra sus conocimientos sobre el fútbol europeo y se gana un merecido ascenso.
Un líder eficaz es atento, diligente con los pequeños detalles y respeta a sus subordinados, por muy subalternos que sean. Interesarse por los nombres de las personas y comprender su valor para el equipo también demuestra preocupación por las personas y su bienestar, un acto que la gente valora y devuelve con respeto.
Dar una oportunidad a la gente
En el episodio 3, Lasso utiliza una de las jugadas de Shelley. Más tarde, en el séptimo episodio, Lasso le pide una evaluación sincera de los jugadores y le anima a dar la charla motivadora previa al partido.
Keeley Jones (Juno Temple) es presentada inicialmente como un estereotipo de WAG, (wives and girlfriends) el acrónimo inglés para referirse a las mujeres y a las novias de los futbolistas que no hacen otra cosa que acompañarles a todos los partidos.
Pero Welton se da cuenta de que Jones es emprendedora, inteligente y astuta después de organizar la asociación de marca del equipo. Gracias al estímulo y el apoyo de Welton, Jones pasa a desempeñar funciones oficiales de marketing y comunicación, incluidos los acuerdos de marca para los jugadores.
Es posible que su organización ya cuente con grandes talentos. Pero seguro que hay mucho más que se puede sacar a relucir, especialmente con los que tienen cargos más bajos. Dar múltiples y variadas oportunidades para demostrar las habilidades, capacidades y conocimientos es la forma de crear un equipo más comprometido y unido por una causa.
También son esenciales el estímulo y un entorno psicológicamente seguro. Nunca se sabe lo que una persona puede aportar a una organización en el futuro.
Ser consciente de que los problemas personales pueden afectar al rendimiento laboral
Durante gran parte de la primera temporada, Welton hace fracasar al equipo como represalia por la infidelidad de su exmarido.
Tras contratar a Lasso, la dueña del equipo organiza unas fotos poco favorecedoras de él con Jones para los paparazzi, prepara una entrevista con un periodista muy crítico y devuelve a un jugador estrella a otro equipo antes de lo necesario.
Después de firmar los papeles de su propio divorcio, Lasso sufre un ataque de pánico a la salida de un karaoke. Welton le ayuda a calmarse contándole cómo el suyo le ha llevado a querer arruinar al equipo. La respuesta de Lasso es sencilla. "Te perdono. El divorcio es duro... Hace que la gente haga locuras".
Los acontecimientos desestabilizadores de la vida, como un divorcio, las enfermedades graves o las muertes, pueden convertirse en grandes distracciones en el trabajo y afectar al rendimiento y la productividad.
Una forma eficaz de volver a encarrilar a los trabajadores que estén pasando por una situación similar, es respetar sus sentimientos y trabajar juntos para encontrar un camino a seguir con humildad y empatía.
Tener un asesor de confianza sin ningún ego
La persona más importante en la vida profesional de Lasso es el entrenador Beard, su ayudante.
Beard viaja con él desde Kansasa Inglaterra, se aprende las reglas del fútbol europeo durante el vuelo, le proporciona detalles y jugadas importantes, y le para los pies con asertividad a Lasso cuando su filosofía sobre ganar y perder ha llegado al límite.
Beard hace algo que Hunt aprendió trabajando en teatro: "servir a la pieza". Al final, tanto sus preferencias ideológicas como las de Lasso son secundarias frente a la misión mayor. "No lo hace por sí mismo", explica Hunt del personaje que interpreta. "Lo hace por el conjunto del trabajo para el que Ted le ha contratado".
Toda empresa necesita asesores y altos cargos que comprendan cuál es la misión general y mantengan el rumbo del objetivo final, aunque vaya en contra de los deseos del responsable.
Estar dispuesto a aceptar críticas
Además de los consejos de Beard, Lasso está dispuesto a aceptar opiniones directas y críticas de todo el mundo: sus jugadores, la gente del pueblo, los clientes del bar local, Welton, Shelley, incluso los miembros de los medios de comunicación. A menudo le llaman "gilipollas", pero eso no le molesta. Ayuda que Lasso responda con humor y con un buen sentido de la alegría
Aunque no dirijas un equipo de fútbol, ser un buen gestor significa estar abierto a escuchar a otras personas sobre cómo mejorar y hacer las cosas de otra manera. Las reuniones periódicas pueden ser muy útiles. Las galletas caseras –una especialidad de Ted Lasso– no son obligatorias.
Actualidad Laboral / Con información de Business Insider