En algún punto, la idea de empezar un negocio pasa por la cabeza de casi todos. El foco se prende en nuestra mente cuando se nos ocurre alguna forma ingeniosa de hacer que el cono del helado no escurra. O cuando entramos a trabajar a una nueva empresa y nos damos cuenta de que queremos tener más control sobre nuestro trabajo. O cuando escuchamos sobre los multimillonarios del mundo y empezamos a fantasear con volvernos ricos.
Independientemente de cuál sea tu motivación, si vas a empezar un negocio, hay un momento ideal para hacerlo: cuando aún estás en tus 20 o tus 30. ¿Por qué?
1- Potencial de retorno a largo plazo
Imagina por un momento que ya construiste un negocio exitoso. Es rentable, estable y te genera un lindo salario de 6 cifras. Imagina que este modelo puede continuar indefinidamente, y que disfrutas el trabajo que haces. ¿No te gustaría poder exprimir las recompensas durante el mayor tiempo posible?
Si sí, empieza tu negocio lo más pronto posible. Sí, es un escenario optimista, pero realizable, aún si tienes que intentarlo dos o tres veces antes de construir una empresa exitosa. El punto aquí es que, entre más tiempo puedas invertir como emprendedor mejores resultados verás a largo plazo.
2- Tolerancia al riesgo
Debemos ser conscientes: no todas las startups van a tener éxito. Necesitas ser realista, independientemente de tu edad. Empezar un negocio demandará una gran inversión, tanto de dinero como de tiempo, y estarás enfrentando riesgos considerables, tanto en tus finanzas como en tu profesión. Tal como pasa en los mercados financieros, entre más joven eres mayor tolerancia al riesgo tienes. Tendrás menos responsabilidades, menos compromisos y mucho más tiempo para recuperarte de cualquier pérdida que enfrentes. Así que empezar un negocio lo más pronto posible reduce tus pérdidas potenciales.
3- Energía y motivación
Toma muchísimo trabajo manejar una startup. No lo olvides. Aunque no esté escrito en piedra, la regla general es que los jóvenes profesionales tienen más energía, motivación y entusiasmo. Tal vez serás un espíritu joven las próximas décadas, pero la realidad es que no lo podemos saber con seguridad. Lo que ahora se ve como un “tal vez” muy sólido, puede convertirse en un “jamás” en 10 años; y el trabajo que ahora estás dispuesto a realizar puede ser un trabajo que evites a toda costa, la próxima década. Cada año disminuirán tu energía y tu motivación. Aprovecha esos recursos mientras los tengas.
4- Adaptabilidad
La gente joven suele ser más adaptable. En parte es porque tienen menos exposición a las normas y reglas del mundo profesional, y están menos comprometidos con ideales arraigados. Otra gran parte es la era tecnológica única que nos toco vivir, en la que nos enfrentamos a alteraciones tecnológicas enormes todos los días, y la única forma en la que las compañías sobreviven es adaptándose e integrando estas nuevas tecnologías.
A tus 20 y a tus 30 tendrás una mejor oportunidad de reconocer e incorporar más rápido estas nuevas tecnologías; porque conforme crezcamos, la velocidad a la que estas tecnologías se desarrollan será aún mayor. Así que empieza un negocio mientras eres lo suficientemente ágil, y serás capaz de navegar mejor las cada vez más volátiles aguas.
5- Emprendimientos en serie
La mayoría de los emprendedores a los que, realmente, les gusta emprender terminan empezando muchos negocios, convirtiéndose en emprendedores en serie; como si hubieran nacido para ser emprendedores. Y, por lo general, cada nuevo negocio que empiezan estos jóvenes es mejor que el anterior, gracias a la experiencia previa de sus fundadores, su creciente lista de contactos y una perspectiva cada vez más amplia.
Empezar tu primer negocio cuando estás en tus 20 o en tus 30 te pone en la dirección correcta para empezar más y más negocios, por un mayor periodo de tiempo; esencialmente, lo que estás haciendo es maximizar el potencial de experiencia que puedes ganar e incrementar, considerablemente, el número de negocios que podrás empezar. No desperdicies ese potencial esperando.
Ninguna de estas razones sugiere que únicamente, puedas empezar un negocio a tus 20 o tus 30, o que si estás en tus 40 o más hayas perdido tu oportunidad. Al contrario, los emprendedores más grandes de edad suelen tener mayor experiencia, más habilidades para tomar decisiones y son extremadamente capaces de construir negocios efectivos. Sin embargo, la combinación única de ventajas que los adultos jóvenes tienen, hace que esta fase de la vida sea un momento altamente estratégico, para empezar un negocio.
Si estás en tus 20 o 30 y la idea de emprender ha rondado tu mente más de una vez, no pienses que son castillos en el aire. Investiga, explora tus ideas y aprovecha al máximo tu juventud vertiendo toda tu energía en un negocio. No importa cuál sea el resultado, te alegrará haberlo intentado.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur