Cuando un profesional es parte de un proceso de selección laboral, debe tener claro que no siempre llegará a la empresa ideal. En ese sentido, es importante analizar las propuestas y ver si estas, se adecuan a las necesidades. Sin embargo, ello dependerá de la situación particular de cada persona. Si llevas mucho tiempo buscando trabajo y te es urgente ser contratado, lo mejor será aceptar la oferta y ver si en el futuro se puede cambiar de empleo.
Pero si estás tranquilo, ya sea porque tienes trabajo o porque no es urgente conseguirlo, puede ser más fácil continuar su búsqueda hasta que llegue una oportunidad que consideres la mejor. Por eso, es necesario prestar atención a algunos de las razones válidas por las que se puede rechazar una oferta de empleo:
1- Cuando llegue una mejor propuesta
Usualmente, cuando se busca trabajo, se participa en varios procesos de selección en simultáneo y puede suceder, que seas elegido por más de una empresa. Si esto ocurre, deberás optar por una y rechazar la otra. En estos casos es recomendable comparar las condiciones, salarios y posibilidades de ascenso que ofrece cada compañía para tomar la decisión correcta.
2- Cuando la propuesta económica no es lo que esperabas
Muchas empresas tienen por costumbre no revelar el salario hasta la última prueba. Si este es el caso y la oferta que proponen no cumple las expectativas; y además, no existe apuro en comenzar a trabajar, sigue buscando hasta que surja algo más acorde a lo que esté planeando. Por otro lado, si la paga no es adecuada, pero necesitas el trabajo con urgencia, es necesario intentar negociar o analizar las posibilidades de crecimiento que se pueden tener antes de rechazar la oferta.
3- Cuando los valores y la cultura no coinciden con los tuyos
Si al momento de postularte, sientes que los valores o la cultura de la organización están completamente desalineados, aceptar ese trabajo supondría una gran contradicción en tu vida. Es mejor no aceptar el trabajo, en un ambiente que con el tiempo ocasionará grandes conflictos internos.
4- Cuando no hay oportunidades de crecimiento
Si el trabajo no brinda posibilidades de crecimiento o desarrollo profesional, y la empresa no garantiza ningún tipo de estabilidad, es mejor pensarlo o decir que no.
5- Cuando existen malas referencias de la empresa
Si la información que pudiste recabar antes de la primera entrevista, dice que la empresa es un buen lugar para trabajar, pero luego resulta que no era lo que parecía ser, es mejor no seguir adelante y rechazar el trabajo. Asimismo, si vas a buscar referencia de la empresa, búscala entre personas objetivas y neutrales que no hayan terminado mal su vínculo con la empresa.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión