En los últimos meses, cambiar de empleo se ha convertido en todo un deporte de riesgo: no solo hay que enfrentarse a un mercado laboral impactado por el coronavirus, también existe el riesgo de entrar en una empresa que arrastre problemas tan endémicos que te veas en la calle a los pocos meses. Hay quienes incluso se agarran a aquello de "mejor malo conocido...".
Sin embargo, a veces no queda más remedio que cambiar de trabajo, a pesar de que el contexto socioeconómico no sea el ideal. En ese sentido, y teniendo en cuenta que los últimos estudios apuntan que uno de cada cuatro empleados (un 77% cuando hablamos de directivos) está pensando en un nuevo puesto, Ironhack -una reputada escuela especializada en formación de talento digital- ha analizado los cinco factores que indican que es el momento de cambiar el rumbo profesional.
Estrés, irritabilidad y cansancio
Cuando no estás bien en un lugar de trabajo o no te gusta lo que haces, los efectos mentales son inmediatamente visibles. Esto se ha visto potenciado por el teletrabajo, debido especialmente a la falta de desconexión digital. Los últimos estudios en este sentido muestran que el 74% de los españoles son incapaces de desconectar o que padecen el conocido como Síndrome 'Burnout', por lo que sus niveles de cansancio e irritabilidad han aumentado. Sentir un estrés constante puede perturbar la tranquilidad de una persona. Este factor es aún más notorio cuando el empleado comienza a tener dificultad para dormir o levantarse para afrontar otro día de trabajo se convierte en un inmenso esfuerzo. Un indicador clave de que ha llegado la hora de cambiar de empleo.
El tiempo no pasa
Mirar el reloj y suspirar porque va demasiado lento nunca es una buena señal. Si el trabajador se pasa la jornada contando los minutos para que acabe el día, no está aprovechando el tiempo para realizar sus actividades de una manera eficiente. Y es que, cuando el trabajo se convierte en aburrido o es imposible progresar dentro de la empresa, ha llegado el momento de buscar un nuevo reto que sea más atractivo y que esté más relacionado con los intereses de la persona. Según un reciente informe de la agencia Robert Half, el 64% de los encuestados asegura beneficiarse con el 'job hopping' (cambiar de empleo cada 3 ó 4 años) y para el 75% de trabajadores menores de 34 años, es la clave para progresar en su carrera profesional.
El trabajo se convierte en tema tabú
Hablar del trabajo con amigos o familiares no es una opción para aquellos que no hacen lo que les gusta o lo que quieren, porque hay temas más interesantes que discutir. Dado que el trabajo ocupa una gran parte de la vida de las personas, se vuelve normal comentarlo, por lo que si el tema se evita o causa frustración, puede ser un indicador clave de que ya es hora de un cambio.
No sentirse identificados con los valores de la compañía
Trabajar en una entidad con la que no te sientes identificado a nivel personal o moral puede ser un obstáculo, ya que es difícil representar bien un proyecto que no nos define. Esto conduce a un descrédito hacia el trabajo e, incluso, hacia el equipo, siendo otra señal de que es hora de cambiar. Convertirse en el que pone verde por la espalda a la empresa no solo es perjudicial para nuestro bienestar mental, sino que puede traerte problemas con los compañeros. En la búsqueda de un trabajo, es importante que el empleado se sienta a gusto con los valores que definen la compañía.
Escasez de oportunidades y bajos salarios
A veces, el problema no es que la carrera elegida no sea lo que uno se imaginaba en principio, sino más bien el no tener buenas oportunidades de trabajo dentro de ese ámbito. Es por eso por lo que muchos profesionales intentan explorar nuevos caminos. De hecho, el 48% de las personas ocupadas se plantea mejorar su formación con el objetivo de tener nuevas oportunidades laborales. Especialmente, porque en el contexto de transformación digital acelerada, empieza a ser más necesario que nunca.
Actualidad Laboral / Con información de LaInformación