Es muy fácil mantenerte en guardia y disponible 24/7, los 365 días del año; cuando eres uno de los principales ejecutivos de la compañía. Los buenos líderes quieren permanecer accesibles, pero los buenos líderes también saben, que es esencial tomar descansos regularmente; y darse unas vacaciones, al menos una vez al año. Esto también resulta esencial si trabajas por tu cuenta, o si eres un profesional independiente. Tomar un descanso de vez en cuando, ayuda a evitar que tu negocio se haga cargo de toda tu vida.

Además, una cultura laboral positiva en torno a las vacaciones, es buena para los negocios. Alentar a los empleados a tomar vacaciones ayuda a mejorar su productividad, reduce la insatisfacción laboral, y aumenta su compromiso. El equilibrio entre la vida laboral y personal puede parecer difícil de alcanzar, pero te ayudará a reducir una alta tasa de rotación, y los costos que vienen con ella. Es una parte esencial de un ambiente de trabajo productivo y de apoyo.

Sabes que, como líder de tu empresa, debes de alentar a los empleados a tomar vacaciones, dando un buen ejemplo y tomando vacaciones regularmente. Pero, alejarse y permanecer desconectado durante dos semanas, ignorando cualquier problema de trabajo que pueda llegar a surgir, no es tan fácil. Además, ¿está tu equipo realmente capacitado para manejar esas pequeñas crisis sin tu aporte? ¿Ven que te tomes unas vacaciones de dos semanas como algo bueno?

Aquí hay cinco pasos para ayudarte a ti y a tus empleados, a desconectarse y disfrutar de un descanso:

1- Para empezar asegúrate de haber empoderado a tu equipo



Simplemente no es posible tomar un descanso prolongado, es decir, más de unos pocos días; si no has capacitado y entrenado a tu equipo adecuadamente. Para que así, puedan lidiar con los pequeños incendios que surgen a diario en cualquier empresa ocupada. Si esa no es la cultura y la práctica en tu organización, es aquí por donde debes empezar.

Comienza mucho antes de tus vacaciones evaluando a tu equipo, y asegurándote de tener a las personas adecuadas en los puestos clave. En tu ausencia, deberás tener al menos una persona autorizada, para actuar como debería hacerlo, si tú estuvieras físicamente ahí.

Elige a alguien para que se haga cargo de tu puesto en un plan de sucesión. Los pensadores creativos, confiables y responsables, son ideales para este rol. Asegúrate de que esta persona también tenga un equipo de apoyo a su alrededor, que pueda ayudarle a desempeñar su función; mientras estás fuera de la oficina.

Una vez que tengas a las personas adecuadas en su lugar, trabaja en una serie de escenarios que podrían surgir fácilmente en tu empresa. Y piensa en lo que tu segundo al mando necesitaría, para resolver el problema. Esto podría incluir:

- Herramientas adicionales.
- Autorización para actuar.
- Límites y directrices claros.

Usa tu tiempo previo a las vacaciones para implementar esos recursos. Los empleados empoderados no solo son importantes para tus planes de vacaciones; también son la clave para una cultura laboral más saludable y equilibrada.

2- Establece tus límites y comunícalos a tu equipo



Antes de irte de viaje, tómate un momento para pensar en tus límites. Y responder preguntas como: ¿Con qué te sientes cómodo? Cuándo deseas que tus empleados se comuniquen contigo y, cuándo prefieres que manejen las cosas por sí mismos. Con qué frecuencia planeas revisar el correo electrónico y los mensajes de voz mientras estás fuera. ¿Quién tendrá tu número de celular personal y la autoridad para contactarte?

Antes de responder esas interrogantes, considera establecer algunos tiempos estrictos de no contacto. Obviamente, debes estar informado de cualquier emergencia real. Un edificio de oficinas que está envuelto en llamas probablemente calificaría; al igual que cualquier incidente importante, que incapacite a un miembro de tu equipo de liderazgo. Sin embargo, el valor de unas vacaciones del trabajo radica en que, realmente puedas desconectarte de ese entorno; y darle a tu mente, cuerpo y espíritu, un verdadero descanso. Es la mejor manera de volver al trabajo renovado, en lugar de regresar lleno de nervios.

Decidas lo que decidas, escribe las respuestas a esas preguntas. Estos son tus límites durante las vacaciones. Luego, comunica estos límites a tu segundo al mando y al resto de tu equipo, para que no haya preguntas o confusión en tu ausencia.

Hazle saber a todo el equipo que te irás de vacaciones, por cuánto tiempo y quién está a cargo en tu ausencia. Finalmente, deja en claro que el plan aplica a todos sin excepción; y que no permitirás que nadie te hagan sentir culpable, y que tengas que trabajar durante las vacaciones.

3- Recuerda por qué estás tomando un descanso



Un problema común que muchos empresarios motivados, suelen experimentar durante su tiempo fuera de la oficina; son los sentimientos de culpa. El hecho de simplemente decirte "No te sientas culpable", puede no ser lo suficientemente efectivo. En lugar de eso, vuelve a entrenar a tu cerebro para que vea las vacaciones como algo bueno y valioso; no solo para ti, sino que también para tu equipo y el negocio. Empieza por programar periodos de tiempo establecidos, fuera de las tareas laborales todos los días; para que puedas acostumbrarte a una distancia regular y legítima del trabajo.

Uno de los objetivos es redirigir tu enfoque lejos de las responsabilidades laborales, y hacia la relajación y el rejuvenecimiento. Date algo nuevo para ocupar el espacio, que antes ocupaban los pensamientos obsesivos del trabajo. Piensa en lo que te gusta hacer. Pregúntate qué quieres ver y experimentar durante tu tiempo libre. Y, cuál es la mejor manera de darte un saludable restablecimiento, con la combinación correcta de descanso y recreación.

4- Cuando regreses expresa gratitud



Sin importar qué tan bien hayas preparado a tus empleados y equipo de administración, durante tu viaje asumieron una carga pesada. Por lo tanto, una vez que vuelvas, es importante agradecer a tus compañeros de trabajo por su comprensión. Marca esa gratitud con algo tangible, al darle al personal clave que te ayudó a guiar el barco en tu ausencia, un regalo de algún tipo. Luego, anímalos a programar pronto sus propias vacaciones de dos semanas o más, dependiendo del caso.

5- No te quedes con un descanso anual

Instituye una política sabática para ti y tus trabajadores. Cuando hayas preparado adecuadamente a tu equipo para manejar el negocio, y mantenerlo avanzando hacia su misión y objetivos. Podrías incluso, tomarte unas vacaciones de un año y regresar a un negocio que funcione sin problemas; y que haya seguido creciendo en tu ausencia.

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Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur