12-04-2022
Los servicios de intensidad tecnológica baja-media (según el Instituto Nacional de Estadística -INE-, no se encuadran en la categoría "servicios de alta tecnología"); que integran tareas cuyos procesos comportan un grado de mecanización y digitalización bajo o medio. Ocupan a 6 de cada 10 trabajadores en España, según un informe del Servicio de Estudios de UGT (Unión General de Trabajadores). En concreto, el 53,5% de la población ocupada se dedica a actividades que requieren un grado de cualificación bajo o medio; es decir, que tienen una formación básica o de grado medio de FP o equivalente.

El 12,4% está en "ocupaciones elementales"; el 20,7% son "trabajadores de servicios de restauración, personales, de protección y vendedores" o el 18,2% son "artesanos y trabajadores de industrias manufactureras y de construcción". Actividades que en opinión de UGT, no se integran entre las que precisan mayores niveles de cualificación profesional.

Sector terciario



El estudio resalta que, si bien es cierto que en la estructura productiva española –al igual que en la mayoría delas economías avanzadas– predomina el sector terciario o de servicios; a diferencia de la media de la Unión Europea (UE), la ocupación dentro del sector, está principalmente orientada hacia actividades intensivas de bajo contenido tecnológico. Así, el comercio acaparó en el último trimestre de 2021 un 14,8% de la ocupación total, la hostelería un 7,5%; y las actividades administrativas y servicios auxiliares un 5,4%.

El peso de los trabajadores de "servicios de restauración, personales, de protección y venta" es en España 4,5 puntos superior a la Zona Euro y 7,4 puntos frente a Alemania. En "ocupaciones elementales", supera la media comunitaria en 4,1 puntos y 6,3 a Alemania. Por contra, España mantiene un déficit de técnicos, tanto científicos e intelectuales de 1,3 puntos respecto a Alemania y 1,6 puntos menos la Zona Euro); y en "apoyo" es 8,6 inferior a Alemania y 5,1 respecto a la Zona Euro.

Inversión en formación

Así, el sindicato considera importante que se incentive la efectiva transformación del modelo productivo de la economía española; sin olvidar el componente humano, que hay detrás de cada proceso de desarrollo. "Es imprescindible poner en valor, la necesidad de mejorar la inversión en formación de los trabajadores. Para que puedan adquirir las habilidades técnicas necesarias, que nos permitan dar el salto tecnológico que requiere el actual contexto; mejorando la eficiencia productiva del conjunto de la economía", señala el informe.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista España