España es el cuarto país de la eurozona con un mayor porcentaje de trabajadores autónomos que va por esta opción por necesidad, ante la falta de otras alternativas laborales; una situación que se da con mucha más frecuencia entre los jóvenes y las personas con pocos estudios. Según un artículo publicado hoy por el Banco de España sobre el empleo no asalariado en el país y su situación frente a Europa, un 26% de los trabajadores por cuenta propia reconoce comenzar como autónomo "por no disponer de otras opciones", un dato solo superado por Letonia, Portugal y Austria, y por encima de la media de la eurozona del 20%.
Se trata de una situación más frecuente entre los trabajadores con menos formación -en torno al 30% de los no asalariados con estudios bajos, lo son por necesidad- y con especial incidencia en los jóvenes, con un 60% de empleados no asalariados de entre 15 y 24 años que opta por trabajar por su cuenta, al ver que no les queda otra alternativa. Este porcentaje en los jóvenes en España es especialmente relevante ya que la media europea ronda el 22%, según la información recopilada por el Banco de España de la sexta oleada de la Encuesta Europea de Condiciones Laborales (EWCS, en inglés) de 2015. Un tipo de empleo, recoge el artículo, que está asociado "a una menor supervivencia de la empresa, a menores ganancias o a menor satisfacción".
El informe también analiza la situación de los denominados autónomos dependientes o falsos autónomos -aquellos cuyos ingresos provienen fundamentalmente de un único cliente- y que en España supone el 12% de los casos, por debajo de la media europea del 17%, pero también con especial incidencia entre los jóvenes y las mujeres.
España cerró 2018 con 3,1 millones de trabajadores no asalariados o por cuenta propia, lo que equivale a un 15,9% del total de la ocupación -en la media de la eurozona- tras reducirse en casi 30 puntos porcentuales en los últimos 55 años. Este colectivo incluye a los empleadores que tienen su propio negocio y contratan personal, y a los trabajadores independientes que no tienen empleados a su cargo, los denominados autónomos.
El artículo analiza también cómo es la foto de este colectivo en España frente a Europa por sexo, edad, nivel educativo o sector productivo. En términos de sexo, la brecha más elevada se da entre los empleadores, con un 70% de hombres, ligeramente por debajo, no obstante, de la media de la eurozona del 73,3%. En cuanto a la formación, el 40,5% de los autónomos y el 35,1% de los empleadores en España tienen estudios bajos, frente al 24,8% de los autónomos y el 20,1% de los empleadores europeos.
Por sectores, en España hay un mayor peso del empleo no asalariado en la agricultura y en el agregado que incluye comercio, transporte y hostelería.
Y sobre la riqueza de los hogares donde el cabeza de familia trabaja por cuenta propia, el artículo recoge que en todos los países europeos la riqueza neta mediana es mayor en estos casos. En el caso de España, con datos de 2014, la riqueza neta mediana de los hogares con un cabeza de familia no asalariado fue 2,8 veces superior a la de los asalariados, en una posición intermedia respecto a los países de la eurozona.
Actualidad Laboral / Con información de Cinco Días