En el contexto actual de las organizaciones, caracterizado principalmente por el surgimiento de nuevas expectativas de los empleados. Las empresas se enfrentan al reto de adaptarse con rapidez, mejorar su capacidad de respuesta, y atraer y retener al mejor talento. En este contexto, la Propuesta de Valor para Empleados (PVE) es un elemento clave, en la estrategia de Recursos Humanos de las organizaciones; tanto para la atracción como para la retención del talento. Y, debe tomarse como la oportunidad perfecta, para crear un impacto real en la vida de quienes conforman la organización; no solo profesional, sino también personalmente.

Previo a la crisis sanitaria, las tasas de rotación en muchas organizaciones se mantenían en niveles relativamente estables. Sin embargo, esto se transformó, las expectativas del talento han cambiado, y la rotación voluntaria ha incrementado considerablemente; poniendo a muchas organizaciones en riesgo, de perder a valiosos integrantes de sus equipos. Por ello, la importancia de cumplir eficazmente con la propuesta de valor, elemento esencial para disminuir la rotación.



En este sentido, la PVE se convierte en una herramienta clave, para la atracción y retención de talento que hay que reinventar y ajustar, a las nuevas necesidades de las personas. Es mucho más que un conjunto de beneficios. Es la oferta que una organización hace a sus candidatos y empleados, para que estos decidan integrarse. Y quedarse para aportar sus habilidades y conocimientos, con el objetivo de lograr en conjunto mayor competitividad y presencia en el mercado.

Una PVE efectiva responde a necesidades reales. Esto requiere comprender las necesidades, aspiraciones y opiniones del talento humano, así como las metas de la organización. Algunas claves para reinventar la propuesta de valor para empleados, y hacerla más atractiva para las personas son:

1- Cultura empresarial. Factor clave al momento de establecer el trabajo, y de sentar las bases de la interacción que se tiene todos los días, en todos los niveles de la organización. Cuando la cultura empresarial está bien determinada; contribuye a que, tanto los candidatos como los empleados, se identifiquen con los valores de la empresa.

2- Entorno laboral. Procurar un ambiente laboral positivo y colaborativo que fomente la creatividad, el bienestar y la comunicación abierta; ayuda a crear entre los empleados un sentido de pertenencia.

3- Remuneración. Ofrecer salarios competitivos, incrementos regulares, bonificaciones y beneficios financieros, que reconozcan el valor del empleado.

4- Bienestar. Dirigir esfuerzos para que los empleados mantengan relaciones sanas y positivas, con sus compañeros y sus managers; dará como resultado personas más felices y satisfechas, tanto con el entorno laboral, como con sus resposabilidades en el trabajo.



5- Equilibrio entre vida profesional y personal. Ayudar al talento a lograr este equilibrio, que se verá reflejado en la mejora de su desempeño.

6- Desarrollo profesional. Brindar oportunidades de crecimiento profesional, capacitación y desarrollo de habilidades que permitan evolucionar profesionalmente.

7- Beneficios adicionales. Proporcionar beneficios que mejoren la calidad de vida de los empleados, como seguros de salud, opciones de trabajo a distancia y horarios flexibles.

Es conveniente emplear herramientas tecnológicas, que permitan tener mayor alcance para promover la PVE a través de una comunicación activa y transparente; tanto interna como externamente. No solo se trata de ofrecer recompensas tangibles, sino de crear un entorno donde las personas se sientan valoradas y comprometidas, con la transformación de la empresa.

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Actualidad Laboral / Con información de Expansión