Los avances tecnológicos y los cambios que se han precipitado este año en el entorno empresarial, desafían la forma en que los líderes motivan y estimulan a las personas a actuar individual y colectivamente. La necesidad de renovar habilidades y competencias -incluido el liderazgo-, es clave para la competitividad de una organización y, por consiguiente, para su supervivencia a largo plazo. “Hoy en día hemos alcanzado la etapa de liderazgo universal. Ya no es el algo exclusivo de los managers, sino que puede ser asumido por cualquiera que sea responsable de un proyecto o equipo”, explica Jesús Araújo, CEO de Cegos para España y Latam. “Las organizaciones esperan que sus equipos sean capaces de tomar decisiones importantes, en línea con la estrategia y la cultura corporativa de la empresa. Pero el liderazgo no se produce sin más: requiere competencias específicas, que deben desarrollarse en el entorno ‘habilitador’ de una organización de aprendizaje”, señala Araújo.


Para identificar qué va a demandar el mercado, Cegos, firma global líder en servicios de consultoría, formación empresarial y selección; ha analizado la situación en los más de 50 países en los que está presente y ha identificado las siete habilidades clave de los líderes del mañana:


1- Desarrollar una estrategia en un contexto de incertidumbre. Esto significa captar ciertas señales y guiar a los equipos en una dirección que los mantenga por delante del resto. En un ecosistema competitivo que cambia rápidamente, los líderes deben estar dispuestos a ajustar constantemente su estrategia y a trabajar con objetivos a corto plazo.


2- Ser fiel a uno mismo, pero también abierto. Las soft y hard skills son ahora igual de importantes. A medida que la inteligencia artificial es cada vez más frecuente en el lugar de trabajo, se impondrán las características estrictamente humanas, como la responsabilidad, la franqueza o la honestidad. Los líderes genuinos y abiertos tendrán que encontrar el equilibrio adecuado entre sus ideas, emociones y acciones.


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3- Comprender a las personas a través del neuroliderazgo. Comprender mejor los comportamientos y las acciones de las personas con las que trabaja el líder, le ayudará a construir un entorno de cooperación dentro de la empresa; y a comprender dónde reside el valor único de cada persona. Como señalan James Teboul y Philippe Damier en su libro Neuroleadership –The brain facing decision and change (2017): “Cuando nos enfrentamos a la toma de decisiones o al cambio, nuestro cerebro a menudo reacciona cometiendo errores, o produciendo sesgos cognitivos que frenan nuestra libertad de acción. (...). Así como los atletas de élite necesitan adquirir un buen conocimiento de sus cuerpos para ser más eficientes, los directivos y líderes necesitan conocer el potencial y los límites del cerebro humano si quieren anticipar mejor algunas de las formas en que funciona, tomar mejores decisiones o liderar el cambio en condiciones óptimas".


4- Converger, pero manteniéndose flexible. Cada empleado es único, por eso los líderes deben ser lo suficientemente flexibles como para aprovechar sus fortalezas y aportar la mayor diversidad posible a sus equipos. Pero, al mismo tiempo, los líderes necesitan facilitar la convergencia hacia un objetivo compartido y una filosofía común de la empresa.


5- Encontrar el mejor equilibrio entre el hombre y la máquina. Los líderes más eficaces sabrán encontrar la mejor división del trabajo entre personas y máquinas, para maximizar las capacidades de cada uno. No deben centrarse únicamente en la incorporación de la inteligencia artificial en la empresa: también deben utilizarla para ajustar y optimizar los procesos.


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6- Humildad para desarrollar los talentos de los demás. Los líderes consiguen crear una verdadera cultura de aprendizaje en la empresa cuando reconocen que pueden beneficiarse de la experiencia de los que están más abajo en la organización. En su libro Alive at work (Harvard Business Review Press, 2018), Daniel M. Cable explica que un líder con recursos que es humilde con sus subordinados proporciona "apoyo emocional tangible a medida que experimentan y crecen progresivamente".


7- Fomentar la innovación. Los líderes deben fomentar la apropiación, la autonomía y la responsabilidad de sus colaboradores. En otras palabras, deben alentarlos a pensar por sí mismos y a probar nuevas ideas. A continuación, corresponde a los líderes conocer a fondo su mercado para poder tomar decisiones informadas y asegurarse de que las innovaciones se traduzcan en resultados y generen rendimiento.


“Para incentivar ese liderazgo que necesitamos en el futuro es preciso que las empresas ofrezcan a sus empleados la libertad necesaria para desarrollar sus habilidades, que puedan tomar el control de su propio desarrollo profesional y, posteriormente, hacer una contribución real al desarrollo de la organización. La inversión en términos de recursos humanos y de formación es crucial tanto para los equipos como para el líder, quien sólo podrá tener éxito sacando lo mejor de sus equipos y de cada persona del equipo”, concluye Jesús Araújo.






Actualidad Laboral / Con información de RRHH Digital