La salud de los empleados se ve mermada ante la falta de buenos hábitos de sueño, y eso afecta directamente a las empresas. El 71% de los trabajadores duerme menos de las siete horas recomendadas. Así lo reveló el informe Panorama del bienestar en las empresas 2025, realizado por la plataforma Wellhub; y donde los colaboradores respondieron que en promedio, duermen 6 horas y 21 minutos. Pero ese descanso no es de calidad, pues sólo 32% dice que su sueño es saludable o muy saludable.
“Un colaborador que no duerme se convierte en un zombi, incapaz de pensar con claridad y ser productivo”, refiere el estudio. Son muchos los trabajadores, más aún con los modelos flexibles de trabajo como el home office, que dejan para la noche el momento para trabajar. Porque se sienten más productivos, y piensan que un buen café podrá salvarlos siempre; pero están afectando gravemente su salud.
Y aunque, de acuerdo con el informe, los trabajadores saben que dormir bien es esencial para el bienestar: 86% afirma que el descanso es muy importante o extremadamente importante para su salud; pocos son los que logran aplicarlo. “El problema es que hay muchas situaciones que pueden impedir un sueño de calidad. En concreto, nada provoca más insomnio que el estrés y la ansiedad, que afectan al 53% de los colaboradores”, indica el estudio de Wellhub.
La mayoría no descansa lo suficiente o la calidad de sueño es inadecuada. “Por lo tanto, hay una necesidad evidente de intervenciones específicas, y sistemas de apoyo para mejorar en este ámbito”.
Poco descanso y riesgos de accidentes
Hablando en términos de seguridad en el lugar de trabajo, también es una realidad que el cansancio pasa la factura a los trabajadores: un colaborador somnoliento reacciona de manera más lenta, y tiende a cometer más errores. “Algo nada ideal si trabajas como enfermero administrando medicamentos, conduciendo un camión en hora pico, o subido al andamio en una obra. Tampoco es ideal en profesiones como el derecho o los seguros. Tomar una decisión con falta de descanso, podría causar errores y reclamaciones por omisiones, que pueden salir muy caras”, se lee en el reporte.
Dormir el tiempo suficiente y de manera adecuada es tan importante, que no hacerlo puede afectar a la salud de manera integral. “En concreto, se le relaciona con enfermedades como hipertensión, ataques al corazón, infartos cerebrales, diabetes, obesidad, inmunodeficiencias y problemas de bienestar emocional, deterioro cognitivo, incluso demencia”.
Todas estas enfermedades y otras tienen un efecto dominó, pues representan gastos médicos más elevados. Así como más días de ausencia por enfermedad, situaciones que le cuestan más a las empresas.
Recomendaciones prácticas para las empresas
De acuerdo con el estudio, la
incorporación de medidas de higiene del sueño en los programas de bienestar. Así como los diagnósticos a través de relojes inteligentes o dispositivos móviles; son alternativas para promover un mejor descanso por la noche.
Y es que el sueño es tan importante que, en la actualidad, incluso organizaciones deportivas profesionales, como la NFL o varios clubes de futbol europeos; monitorizan y analizan el descanso de los jugadores.
Otra herramienta es
la meditación que se ha convertido en una práctica que fomenta la relajación, y es recomendada al finalizar el día; para lograr esa desconexión de la que tanto se habla, en los centros de trabajo hoy. Se puede dar clases para fomentar la práctica del mindfulness, que no sólo ayuden a conciliar el sueño, sino a mejorar su calidad.
Y finalmente, enseñar a los colaboradores a manejar y a identificar los elementos que desencadenan el estrés, es de vital importancia. Porque no sólo impactará en la salud, sino, incluso, en las formas de administrar el tiempo para organizar mejor las responsabilidades; tanto personales como profesionales del día a día, dice el informe.