Muchos podríamos vernos forzados a negociar un acuerdo vergonzoso por trabajo con un jefe controlador. Esta distopía podría extenderse gracias a la gig economy.
Los actores fueron los trabajadores temporales originales. Arabella Weir, como escritora y actriz, recordaba hace poco en The Guardian que "la vida de una actriz novel se puede resumir en tres palabras: por favor, escógeme". Y, cada vez más, éste es el sino de los freelances. Los intermediarios pueden verse tentados a utilizar su poder e impunidad para explotar a gente que necesita ganarse su favor. Sin embargo, no siempre es así. Las denuncias contra Uber vinieron de dentro, de la ex ingeniera Susan Fowler, ya que esta compañía carecía de los protocolos básicos que debían proteger a los trabajadores frente al acoso.
La mayor libertad que buscan aquellos que quieren ser autónomos, también hace que aumente la precariedad de su situación. Según una encuesta de la asociación independiente Freelancers Union and Upwork, los freelance supondrán más de la mitad de la fuerza de trabajo en Estados Unidos para 2027. Es decir, está aumentando la proporción de personas que eligen esta opción, más que verse abocadas a ella.
Sara Horowitz, fundadora de la Freelancers Union, que lucha por los derechos y beneficios de los contratistas independientes, señala que el derecho a alejarse de clientes y jefes explotadores es una valiosa ventaja. Stephane Kasriel, consejera delegada en Freelancers Union, añade que plataformas de proyectos como la suya son "más transparentes que el mercado laboral tradicional".
Internet permite que los autónomos estén expuestos a clientes desagradables. Sin embargo, en la práctica, es fácil ver cómo una persona puede verse obligada a dar la sensación de 'por favor, escógeme' para asegurarse que un gran cliente le contrata de nuevo.
A los autónomos les preocupa la inestabilidad de sus ingresos. Una encuesta realizada por Financial Times, mostraba que los autónomos estaban más contentos que los empleados que trabajaban para una compañía salvo por su inseguridad financiera. El 66% de los autónomos a tiempo completo en EEUU hace uso de sus ahorros al menos una vez al mes.
Para evitar caer presos de los clientes abusivos, los freelance pueden trabajar para varios clientes o pulir sus habilidades. Los legisladores también deberían ofrecer mejor protección. Horowitz señala que la ley Freelance Isn't Free, que entró en vigor en Nueva York este año, garantiza el derecho a escribir un contrato, el pago en el tiempo establecido y protección frente a las amenazas.
Además, los jefes y gerentes deben aprender a cómo mantener una relación equilibrada con los autónomos. Kasriel cree que las compañías crearán redes de trabajo abiertas de autónomos especializados, como ya se hizo en la industria del cine.
La invasión de los nómadas del conocimiento
Mateos. Madrid Se les conoce como 'knowmad' -nómadas del conocimiento- porque llevan su talento donde se demanda. El término, acuñado por John Moverec, experto en el mundo del trabajo y la educación y redactor del proyecto 'knowmad Society', está dando la vuelta al mundo. Aunque son muchos los que meten en el mismo saco a 'freelance', autónomos, trabajadores independientes y 'knowmad', los expertos afirman que estos últimos son diferentes. Lo más notable que les define tiene que ver con el 'learning agility' -agilidad de aprendizaje-, su flexibilidad y capacidad de adaptación. Según Korn Ferry, una de sus particularidades es su velocidad de aprendizaje en cinco dimensiones: autoconocimiento, agilidad en las relaciones interpersonales, agilidad mental, agilidad en la consecución de resultados. Y, a futuro, uno de los retos de los 'knowmad' -como recoge Raquel Roca en su libro 'Knowmads, los trabajadores del futuro'- es "destacar con su maestrías y habilidades, a la vez que formar parte del gremio de otros nómadas de intereses o especializaciones similares, para crear valor de manera conjunta".
Una opción inexcusable para profesionales
M.Mateos. Madrid Aunque la generación 'Millennial' se ha erigido como adalid del trabajo independiente, cada vez son más los profesionales que, al margen de su edad, se suman a esta tendencia, por necesidad -conseguir ingresos extra- o como vía para aumentar su empleabilidad y lograr el acceso a un trabajo mejor, ya sea como contratados o como 'freelance'. En España conviven 12 millones de 'freelance', un 31% de la población activa, un 27% en Estados Unidos. La revolución de la 'gig economy' -trabajo por proyectos- ha animado a muchos que han visto en esta salida laboral una posibilidad para organizar, en función de sus necesidades, un tiempo de trabajo y de ocio. Un informe de McKinsey sobre el trabajo independiente revela que el porcentaje trabajadores independientes en España por elección propia es menor que en el resto de los países, un 58% frente al 70/75%, un elemento que los expertos consideran decisivo en la satisfacción del individuo con respecto a su vida laboral. El 87% de los trabajadores realizaría un empleo 'NextGen' en el futuro -término que define las nuevas formas de trabajar que quieren trabajadores y empresas-; y un 80% asegura que este tipo de actividad consiste en aprender y utilizar nuevas competencias, según el 'Informe NextGen' de ManpowerGroup. El conflicto generacional se difumina cuando se trata de optar por un nuevo modelo de trabajo que permita una forma de vida alejada del estrés laboral. Un análisis de ManpowerGroup confirma que al 60% de los trabajadores entre 18 y 49 años, el sueldo y la conciliación son lo que más les motiva en un puesto.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión