La actividad económica en Brasil creció en septiembre por quinto mes seguido, indicó un sondeo del banco central el viernes, por encima de lo que esperaban los economistas y apuntando a una sólida recuperación en el tercer trimestre desde lo peor del impacto del COVID-19 más temprano en el año.
El índice IBC-Br del banco central, considerado a menudo como un buen indicador del Producto Interno Bruto más amplio, subió a una tasa desestacionalizada del 1,3% en septiembre desde agosto, por encima de la mediana del 1% prevista en una encuesta de Reuters a economistas.
Esto llevó el incremento acumulado del tercer trimestre al 9,5%, aunque sigue dejando la actividad un 2,5% por debajo de su nivel prepandémico de febrero, según cifras del banco central.
Se trató del quinto incremento mensual consecutivo, pero como el alza de agosto fue revisado al 1,4% desde el 1,1%, el aumento de septiembre fue el menor de todos.
Comparado con septiembre del año pasado, la actividad cedió un 0,8% y sobre una base acumulada de 12 meses perdió un 3,3%, ambos ajustados de forma desestacionalizada, señaló la entidad. Según esta media, la mayor economía de América Latina sigue siendo un 8,3% menor de lo que fue en su pico de diciembre de 2013.
Se espera que la economía brasileña registre este año su mayor desplome anual, con un declive previsto por el gobierno del 4,7%. El ministro de Economía, Paulo Guedes, insiste en que Brasil sufrirá menos y se recuperará de forma más rápida que otros países por el apoyo del gobierno y el banco central.
Las ventas minoristas ya han tocado nuevos picos históricos, al igual que las manufacturas, según los índices de gerentes de compras. La economía también está creando de nuevo un crecimiento del empleo neto, según algunos indicadores.
Guedes reiteró su visión alcista de la economía esta semana, indicando que está teniendo una recuperación en forma de V y podría llegar a crecer un 4% el próximo año.
Actualidad Laboral / Con información de Reuters
