China despierta del letargo económico gracias a un sorprendente dato de las exportaciones, que aumentaron un 8,2% en tasa interanual en abril, hasta los 184.000 millones de euros. La inyección de capital a la economía de Pekín es un alivio que también apoya el dato de comercio exterior que, aunque negativo, fue menor de lo esperado. Los datos de la Administración General de Aduanas muestran una contracción del 0,7%, hasta los 326.200 millones de euros. En cambio, el mercado estimaba una contracción superior al 1%.
Las importaciones cumplieron con lo que estimaba el consenso y, quedaron en un descenso anual del 10,2%, hasta los 142.200 millones de euros. Unos datos que contrastan con la caída del comercio en marzo que bajó un 0,8% respecto al mismo periodo del curso anterior, hasta los 318.000 millones de euros. Al igual que sucedió en abril, aquel dato fue mejor de lo esperado y superior al del inicio del año cuando el coronavirus se propagó por China.
Aún queda trabajo
Pese a estos datos, que dan señales de optimismo sobre el gigante asiático y que muestran la reactivación económica del país tras la pandemia, aún quedan datos comerciales a mejorar. De enero a febrero el comercio exterior cayó un 9,6%, lo que provoca que a nivel trimestral se ralentizase un 6,4%. Pero la baja es progresiva, ya que el acumulado de los primeros cuatro meses se reduce hasta una caída del 4,9% respecto al mismo periodo del curso anterior.
Vigilancia del PIB
De continuar la aparición de datos macroeconómicos positivos, la mejora en el producto interior bruto (PIB) chino continuaría en la senda de mejorar, tras arrojar el peor dato en 40 años. La contracción fue del 6,8%, hasta los 2,65 millones de euros, bastante superior a la esperada por los analistas; y confirmó la dureza extrema que el coronavirus deja en las economías de los países donde hace estragos. Además, se trató de la primera contracción desde que se tienen registros del crecimiento de la economía china. La parcela industrial también llama a mejora pues cae, más de un 10% y la contracción de las ventas y la inversión supera el 15%.
Confianza en el segundo trimestre
El consenso del mercado y diferentes organismos internacionales confían en la recuperación de China desde el segundo semestre del año. Es por ello que, pese a la presión que aún se mantiene sobre el tejido productivo chino, los analistas esperan repuntes de la economía y sus datos macroeconómicos desde mayo/junio. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que China crezca un 1,2% en el año y evite así la recesión. Eso sí, cifras distintas a las que esperaba a inicios de año y que continuaban con las rachas del 6% del crecimiento. Concretamente, el FMI pronosticó un crecimiento del 6% para este curso y del 6,1% para 2021.
Actualidad Laboral / Con información de Finanzas.com