La incertidumbre generada por el miedo al contagio, a perder el empleo, a no poder pagar las deudas, entre otros efectos de la pandemia, han aumentado significativamente las preocupaciones de los colaboradores. Hecho que también tiene un efecto negativo en las empresas derivado del ausentismo por depresión, falta de concentración y alta rotación de personal, entre otros factores.
Se estima que las pérdidas de productividad derivadas del estrés laboral son millonarias para la economía mundial; representan una reducción de entre 0.5 y 3.5% del PIB de un país, de acuerdo con la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Reemplazar a un colaborador cuesta, según la empresa de análisis y asesoría Gallup, 150% de su salario anual y de acuerdo con Deloitte de 10,000 dólares al doble de su salario anual. El Center for American Progress indica que representa 213% del costo anual del salario medio de una organización con alta movilidad de personal.
Relación entre salud financiera y productividad
El estrés financiero impide a las personas concentrarse y cumplir oportunamente con su trabajo. Incluso, pueden llegar a enfrentar problemas de salud y hasta conflictos familiares; debido a que la atención está enfocada en el aspecto económico. Lo anterior desencadena varios problemas y costos que involucran a las empresas, como atrasos en el trabajo, ausentismo laboral y la sustitución de personal.
Por ello, hoy más que nunca, además del cuidado de su salud física, es estratégico e inteligente invertir esfuerzos a favor de la situación financiera de nuestros equipos de trabajo. Esto para reducir, en la medida de lo posible, el estrés que les genera una de sus mayores preocupaciones y, de esta forma, elevar sus niveles de productividad; aumentando al mismo tiempo, la capacidad de atracción y retención de los mejores miembros de la organización.
¿Alguna solución o estrategia?
Las organizaciones deben ofrecer compensaciones y paquetes de beneficios innovadores acordes a las necesidades actuales de sus equipos de trabajo. No basta con cumplir con las condiciones mínimas establecidas por la ley laboral; hay que ir un poco más allá y poner a las personas como prioridad, al proporcionarles condiciones favorables para su óptimo desempeño profesional. En el contexto actual, una de estas soluciones que cada vez está tomando más fuerza debido a las ventajas que reporta, tanto a los colaboradores como a las organizaciones; es el salario on-demand que ofrecen plataformas como minu. Cuyo beneficio no representa ningún costo para las empresas y les permite, cambiar la forma y el momento del cobro de nómina con una implementación remota, y sin modificar sus procesos internos de tesorería.
Al reducir sus preocupaciones financieras no solo se eleva su productividad, también se fortalecen los lazos con la organización. El salario on-demand es solo una de las herramientas necesarias para superar de mejor forma los retos impuestos por los nuevos tiempos y un entorno laboral seguro. No olvidemos que como líderes de una organización, tenemos un gran compromiso para innovar y seguir explorando las mejores prácticas para cuidar la salud física y financiera de nuestros colaboradores.
Actualidad Laboral / Con información de El Economista