La tasa de desempleo en el mundo se redujo ligeramente en 2018, hasta el 5%, su nivel anterior a la crisis financiera de 2008; pero, siguen las disparidades entre hombres y mujeres, indicó este miércoles Naciones Unidas. En su informe anual sobre "el empleo y las cuestiones sociales en el mundo", la Organización Internacional del Trabajo (OIT) subraya la persistencia de la diferencia entre hombres y mujeres, en particular en los países árabes, en Sudáfrica y en el sur de Asia.
En 2018, había 172 millones de desempleados en el mundo, una tasa del 5% (frente al 5,1% de 2017), un nivel similar al de 2008. La tasa de desempleo debería estabilizarse en 4,9% en 2019 y 2020, si la economía mundial consigue evitar "una gran recesión", según la OIT. Según la directora general de la organización, Deborah Greefield, esta tendencia a la baja debería detenerse "por el deterioro de las perspectivas económicas".
Incluso si no hay recesión, el aumento de la población en el mundo provocará inevitablemente, un aumento del número de desempleados (173,6 millones en 2019 y 174,3 millones en 2020), porque el mercado no será capaz de absorber a los nuevos trabajadores.
En la región Asia-Pacífico, la tasa de desempleo debería mantenerse en un 3,6% hasta 2020, aproximadamente. En América del Norte debería alcanzar su nivel más bajo este año, hasta un 4,1%, pero el crecimiento del empleo y de la actividad económica deberían empezar a disminuir en 2020.
En los países del norte, del sur y del oeste de Europa, el desempleo, a su nivel más bajo en diez años (7,6% el año pasado), debería continuar cayendo hasta 2020 (7,1%). En Europa del Este, el número de personas con empleo debería mantenerse relativamente estable, pero la caída del volumen de mano de obra debería hacer retroceder la tasa de desempleo.
En África un 4,5% de la población está en el paro, una cifra baja que según la OIT no se debe al buen funcionamiento del mercado de trabajo, sino por el hecho de que "para gran parte de la población africana el desempleo no es una opción".
En general, la diferencia entre la tasa de actividad de hombres (75%) y mujeres (48%) no logra reducirse. "Tras un periodo de rápida mejoría que duró hasta 2003, el progreso para reducir las desigualdades de participación entre hombres y mujeres se ralentizaron", según la OIT.
Otro problema que destaca el informe es la persistencia del empleo informal (no declarado), con unos 2.000 millones de trabajadores en el mundo en esta categoría.
Actualidad Laboral / Con información de AFP