Actualmente, el dinero en efectivo ocupa una posición marginal con respecto a los medios de pago electrónico. Muchas personas utilizan a diario su tarjeta de crédito o débito para hacer todo tipo de compras, y ya no se molestan en acudir a cajeros para retirar billetes.
Son por ejemplo los casos de Noruega o Canadá, muy próximos a abandonar el uso generalizado del dinero en metálico. Dentro de la Unión Europea destaca Suecia, país en el que el 95% de las compras al por menor se realiza de manera electrónica.
¿Qué sucede en estos lugares?
Además, muchas de sus sucursales bancarias ni siquiera ofrecen (ni aceptan) billetes o monedas. Y otra prueba del desuso generalizado es que muchas iglesias ya aceptan pago con tarjeta y con el teléfono móvil, a la hora de recaudar donaciones. Y algo que en la mayoría de los países no se ve, al menos de momento, es que muchos comercios suecos advierten con un letrero que: "No aceptamos dinero en efectivo".
Fuera de la Unión, otro caso paradigmático es el de Noruega. Redsys indica que en torno al 3% del dinero utilizado en el país es físico, y solo el 10% de las operaciones monetarias implican monedas y billetes.
Más allá de Europa, el país más 'avanzado' en este sentido es Canadá. Tanto es así, que el país busca eliminarlo completamente en el corto plazo (hace varios años su Gobierno se propuso acabar con el efectivo en 2022, aunque no fue posible). De hecho, en los últimos años el uso de medios de pago electrónico se incrementó en un 16%.
Actualidad Laboral / Con información de El Economista