¿Las ideas nacen o se hacen interesantes? ¿Por qué algunas sobreviven y otras mueren? Una de las respuestas a estas preguntas está en la simplicidad del proyecto que tengas en mente. "Tenemos que crear ideas que sean a la vez sencillas y profundas. La regla de oro es la máxima simplicidad, esa frase única tan profunda que alguien pueda dedicar la vida entera a aprender a obedecerla". Los hermanos Chip y Dan Heath recogen en el libro
Ideas que pegan (Ed. Lid) otros cinco principios -unívocamente inesperado, concreto, creíble, emotivo y sucesión de hechos- de las ideas contagiosas. Conseguir que tu proyecto cumpla estos requisitos no es tan complicado, en el fondo es la base de cualquier iniciativa de éxito, sin embargo, hacerlo sostenible en el tiempo es clave para crecer.
El origen. No te compliques la vida. Carmen Bustos, CEO de Soulsight -consultora de diseño estratégico-, advierte de que hay "ideas muy básicas y no rompedoras, pero que por su utilidad son susceptibles de éxito. En nuestras dinámicas de grupo siempre presentamos opciones y los participantes rechazan muchas de ellas por su simplicidad. Sin embargo, suelen ser las que mayor impacto tienen. Por ejemplo, que We Transfer permita compartir archivos sin necesidad de facilitar un email es la clave de su éxito". Y son muchos los emprendedores que son conscientes de ello. Eulogi Bordas, socio fundador de Photoslurp -plataforma de visual commerce & marketing-, asegura que la fórmula para convertir un proyecto en un buen negocio es "escuchar qué necesita el mercado y construir algo en torno a esa demanda. Ahí empieza la fase de iteraciones, como hace Apple, para ir refinando el producto o servicio, hasta que el mercado quiera pagar por ello".
La esencia. También Bustos recurre al ejemplo de la multinacional de la manzana para explicar que es muy importante identificar el núcleo inicial, el ADN de la idea: "iPhone es un teléfono al que se han añadido una serie de atributos con los que ha ganado no sólo un público fiel, sino una cohorte de fans cada vez que saca a la venta un nuevo modelo". Bordas señala que, en su caso, descubrieron el núcleo inicial de su negocio gracias a un cliente que "trasladó su necesidad para recolectar, moderar y transformar para la venta las imágenes sociales relacionadas con su marca". Una vez más, escuchar al cliente funciona.
La ejecución. Para Luis Ongil, socio fundador de Percentil -compra-venta online de ropa casi nueva-, la puesta en marcha tiene más peso que la idea, "muchas fracasan por una mala ejecución. Que el cliente repita y la mejora de los márgenes te dan las pistas para seguir adelante, y sobre todo, que el coste de adquisición de un cliente sea inferior a lo que te va a proporcionar a lo largo de su vida".
La adaptación. Adaptarse a la demanda del usuario pasa por la innovación. En opinión de Efrén Miranda, presidente del Club del Emprendimiento, "tiene que ser constante, es una de las competencias decisivas para crear y consolidar un negocio. Por eso es imprescindible la formación de grupos multiculturales y multisociales que hagan posible esa innovación necesaria". Bustos menciona el caso de Airbnb, "cuyo éxito llegó cuando introdujo las imágenes en su producto y sedujo a su público".
Bordas apunta que el 99% de las ideas tiene que adaptarse al mercado, "hay excepciones como la Coca-Cola, cuya fórmula se ha visto inalterada durante años, pero hasta esa marca ha experimentado variaciones sobre su versión original para satisfacer las necesidades y requerimientos del mercado".
No tropieces dos veces en la misma piedra
Antes de que tu idea fracase, abandónala. Los expertos coinciden en que si una propuesta de negocio no cala en el mercado, es mejor dejarla a tiempo, de lo contrario te llevará a la bancarrota y, lo que es peor, perjudicará tu marca como emprendedor. ¿Hasta cuándo merece la pena insistir? Eulogi Bordas, socio fundador de Photoslurp, dice que "un posible punto de inflexión puede ser tras seis meses de haber hablado con más de 100 potenciales. Si no ha habido ni un sola venta, más vale buscar otra oportunidad". También Carmen Bustos, CEO de Soulsight, cree que el punto de referencia son los clientes: "Su respuesta ante un producto o servicio tiene más fiabilidad que el criterio del emprendedor. Por eso conviene escuchar al consumidor para introducir las mejoras que cubran sus necesidades". Para Luis Ongil, socio fundador de Percentil, "modelar el cambio de una buena idea es sencillo, pero si eso no funciona es mejor abandonarla y hacer cosas nuevas".
Los seis imprescindibles para triunfar
Simple. Para descubrir el núcleo inicial hay excluir y priorizar.
Inesperado. Utiliza la sorpresa, y para que permanezca, genera interés y curiosidad.
Concreto. Las ideas contagiosas están plagadas de imágenes concretas, las que mejor capta nuestro cerebro.
Creíble. Consigue que la gente compruebe tu idea.
Emotivo. Hazles sentir, las personas están diseñadas para albergar sentimientos.
Sucesión de hechos. Cuenta historias sobre tu negocio para mantener la atención.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión