En Italia, las primeras medidas no se adoptarán hasta el 3 de mayo, pero poco a poco las empresas reabren, aunque sea de forma parcial y con muchas precauciones.
"¡Estamos de vuelta!", tuiteó el famoso heladero romano Giolitti, anunciando la reanudación de las entregas el martes.
En España, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, anunció que por primera vez desde el 22 de marzo el número diario de muertos cayó por debajo de 500 (410).
La morgue improvisada en una pista de hielo de Madrid cerrará el miércoles y a partir del 27 de abril los niños podrán salir un rato a tomar el aire.
En Noruega, donde las autoridades estiman haber "controlado el virus", las guarderías reabrirán el lunes y se levantará la prohibición de desplazarse a las residencias secundarias. A partir del 27 de abril reabrirán parcialmente los colegios, institutos y universidades.
Por el contrario en el Reino Unido el confinamiento se prolongó el jueves al menos tres semanas. Es uno de los países más afectados de Europa, con más de 16.000 muertes en hospitales, un saldo que no incluye a los fallecidos en residencias de ancianos o en casa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia está lejos de estar controlada a nivel mundial, con "cifras constantes o crecientes" en el Reino Unido y en el este de Europa.
"Fase descendente"
En Estados Unidos, donde hay un forcejeo entre el presidente Donald Trump, favorable a una rápida recuperación de la actividad económica, y varios gobernadores demócratas, el estado de Nueva York, epicentro de la epidemia en el país, anunció que había comenzado una curva "descendente".
Pese a esta mejora el balance general de Estados Unidos continúa aumentando. La barrera de 40.000 muertos se superó el domingo, según la Universidad Johns Hopkins (+1.997 en las últimas 24 horas).
En Israel, el gobierno aprobó la reducción de algunas restricciones a partir del domingo, como parte de un plan "responsable y progresivo".
Desde su estallido en diciembre en Wuhan, una ciudad en el centro de China, la pandemia ha causado más de 164.000 muertos en todo el mundo, según un recuento de la AFP a partir de fuentes oficiales a las 19H00 GMT del domingo.
Estados Unidos acusa a las autoridades chinas de haber "ocultado" el número real de víctimas chinas y la gravedad de la epidemia.
Desmentido chino
El director de un laboratorio chino al que los medios de comunicación estadounidenses se refieren como una posible fuente de la COVID-19 lo ha negado categóricamente. "Es imposible que el virus venga de nosotros", dijo Yuan Zhiming, director del Instituto de Virología de Wuhan, en una entrevista con el canal público CGTN.
En otras partes del mundo también aumentan los muertos hasta superar la barrera de 2.000 en Turquía y de 1.000 en Africa.
América Latina superó los 100.000 contagios y tiene casi 5.000 muertos, según un recuento de la AFP.
En Brasil, donde se registraron más de 38.000 contagios y más de 2.400 muertes, el presidente Jair Bolsonaro apoyó a los manifestantes que, sin respetar las reglas de cuarentena, se congregaron delante del cuartel general del ejército en Brasilia para exigir una intervención militar y el cierre del Congreso.
La disponibilidad masiva de tests de coronavirus dista de ser una realidad en la región. En Bolivia, el gobierno admitió que se realizaron apenas 3.900.
En México, a pesar de las prohibiciones, miles de obreros del sector manufacturero siguen trabajando en fábricas en la frontera con Estados Unidos, convirtiendo estas plantas en invernaderos del virus.
La pandemia sigue golpeando al petróleo. Debido a la caída de la demanda mundial, el crudo estadounidense cayó casi un 20% el barril este lunes a menos de 15 dólares la unidad en Asia, su nivel más bajo en más de dos décadas.
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