Existe una relación muy estrecha entre el estrés y nuestro cuerpo físico. La tensión muscular, por ejemplo, es un tipo de reacción refleja al estrés. Es la forma que tiene el cuerpo de protegerse del peligro. Se puede sentir como un dolor persistente o punzante en la nuca o en la parte baja de la espalda mientras se escribe en el ordenador. Los dolores de cabeza son un primo cercano. La relación es tan fuerte que tiene su propio término: "cefaleas por estrés" (también llamadas "cefaleas tensionales"). El estrés provoca incluso problemas digestivos. Altera la concentración de ácido estomacal, lo que puede provocar hinchazón, calambres, diarrea, estreñimiento, síndrome del intestino irritable e incluso úlceras pépticas.


Además, el estrés altera la producción de insulina en el organismo, lo que puede conducir a la diabetes y provocar accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Se ha demostrado que las dietas saludables previenen todos estos efectos físicos nocivos e incluso invierten el proceso de envejecimiento. Tu vida es corta. Tu dieta es una forma fácil de tomar el control y maximizar tu bienestar.


Seguir una dieta saludable te convertirá en un líder más eficaz. Es de vital importancia que alimentes tu cerebro y tu cuerpo adecuadamente. Estos son cuatro pasos para crear un plan de dieta exitoso.


Dale prioridad al desayuno


Es importante empezar bien el día. Debes crear el hábito de desayunar. Saltarte el desayuno puede dificultar el mantenimiento de niveles estables de azúcar en sangre. Es importante lo que se introduce en el cuerpo. Intenta elegir alimentos ricos en fibra, como cereales con alto contenido en fibra, avena cortada con acero, pan integral y fruta fresca. Los alimentos ricos en fibra se digieren lentamente y mantienen la sensación de saciedad. También activan el metabolismo y estabilizan los niveles de azúcar en sangre.


Esto te permitirá mantenerte concentrado y reducir tus niveles de ansiedad y estrés. Como líder, el desayuno puede ser realmente la comida más importante del día, pero no termina ahí. Debes alimentar constantemente tu cuerpo y tu mente. El ayuno intermitente para controlar el azúcar y perder peso puede afectar negativamente a tu mente y a las relaciones con tu equipo. Cuando valoras la estrecha conexión entre tu estómago y tu mente, aprovechas al máximo cada día. El regalo de la vida es corto y fugaz.


Reduce la ingesta de azúcares refinados y los alimentos procesados


Determinados alimentos son tóxicos para tu cerebro. Debes intentar mantenerte alejado del azúcar refinado. Intenta evitar los alimentos que contienen altos niveles de azúcar blanco y jarabe de maíz de alta fructosa. Y tampoco deberías poner estos alimentos delante de tu equipo. Quieres prepararlos para el éxito. Se ha demostrado que las dietas bajas en azúcar aumentan el factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC), un péptido responsable de la creación de nuevas neuronas. El FNDC hace que las neuronas se conecten y combinen y desempeña un papel fundamental en la neuroplasticidad. Intenta evitar abastecer tu sala de descanso o las máquinas expendedoras con productos con alto contenido en azúcar y que suponen una mala elección de alimentos.


Intenta también evitar los alimentos con un alto índice glucémico como la bollería, los refrescos y la comida rápida. En su lugar, intenta optar por frutas, miel o jarabe de arce. O, mejor aún, opta por una proteína natural como la soja o el seitán, que te ayudarán a desarrollar los músculos. Los azúcares refinados te darán un rápido empujón de energía, pero harán que tu nivel de azúcar en sangre se convierta en una montaña rusa, y esto no es nada agradable. Cuando el azúcar en sangre baja, las glándulas suprarrenales liberan hormonas del estrés como el cortisol. Tu rendimiento como líder se verá afectado. Estarás más irritado en las conversaciones, tus relaciones se verán afectadas y no serás capaz de tomar las decisiones correctas que tu equipo espera de ti.


Abraza los ácidos grasos omega-3


Los ácidos grasos omega-3 son un regalo para cualquier líder. Merecen ser incluidos en tu dieta. Los frutos secos y las semillas, incluidas las semillas de lino, las semillas de chía y las nueces, son tus amigos. Se sabe que los frutos secos protegen el corazón y contienen muchos antioxidantes. Las nueces son especialmente beneficiosas para la salud y son una rica fuente de ácidos grasos omega-3, que pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y reducir el colesterol total y el LDL (también conocido como colesterol malo). Por último, los omega-3 ayudan a estabilizar las hormonas suprarrenales y a evitar que suban demasiado, especialmente cuando estás estresado. Son un poderoso antídoto contra el estrés.


Limita el consumo de cafeína y alcohol


Es natural que te apetezcan alimentos con cafeína como el café, el té, los refrescos y el chocolate, pero es importante reconocer que estos alimentos pueden perjudicar tu bienestar general. La cafeína estimula la producción de cortisol, la principal hormona del estrés de tu cuerpo, y provoca ansiedad. No hay nada de malo en tomar una taza de café de vez en cuando, pero intenta evitar la cafeína cerca de la hora de acostarse, ya que puede provocar insomnio. También debes pensar en cuándo y si consumir alcohol. El alcohol es un depresivo y un sedante y altera los neurotransmisores del cerebro. Puede ser tentador tomar un par de cervezas o vasos de vino después de un día duro, pero intenta no hacerlo en exceso, ya que tu rendimiento como líder podría caer en picado.


Cuando estás estresado, es más probable que cedas a los deseos e impulsos. Es más probable que recurras a las drogas o al alcohol como mecanismo de afrontamiento. Por desgracia, los efectos pueden provocar daños a largo plazo y adicción. Es mejor evitar estas tentaciones cuando se experimentan altos niveles de estrés.


Tus hábitos alimenticios y los niveles de estrés van de la mano. Cuando estás estresado, es natural que quieras recurrir a alimentos reconfortantes como los postres, la comida rápida y el alcohol, pero estos alimentos pueden ser adictivos y pueden desencadenar una espiral descendente. Al alimentar tu cuerpo para el éxito, reducirá tu estrés, mejorarás tu productividad y fortalecerás tu relación con tu equipo, así que sigue estos cuatro pasos para crear un plan de dieta de alto rendimiento.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl