En 2018 murieron 131 trabajadores humanitarios y 144 resultaron heridos en conflictos registrados en 35 países, siendo el peor año en el último lustro y el segundo desde que existen datos, informó este lunes la ONU.
"El año pasado fue el peor año para la violencia y para la violencia contra los trabajadores humanitarios de los últimos cinco años y el segundo peor desde que hay registros", dijo en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Ursula Mueller.
Según Mueller, en 2018, 405 trabajadores fueron víctimas de violencia, incluyendo 131 muertos, 144 heridos y 130 secuestrados, en 35 países afectados por distintas crisis.
Además, apuntó que en lo que llevamos de 2019, "156 trabajadores han sufrido ataques, con 57 muertos, 59 heridos y 40 secuestrados".
"Pero a pesar de estos riesgos, más de medio millón de trabajadores humanitarios profesionales trabajan todos los días para proteger, asegurar y mejorar las vidas de decenas de miles de personas vulnerables", subrayó.
La "número dos" de la Organización para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA) hizo este anuncio con motivo del Día Internacional de la Asistencia Humanitaria, en el que se rinde tributo a los operarios que arriesgan su vida para prestar ayuda en situaciones de crisis.
Este año, la ONU ha querido homenajear a las mujeres implicadas en estas labores que, según Mueller, representan "el 40 %" del personal que participa en estas actividades.