Es común que durante el día hagamos pequeñas compras, ya sea para satisfacer antojos o como parte de nuestra rutina. A menudo, restamos importancia
a estos gastos por ser habituales, especialmente cuando los hacemos al salir de casa, o en nuestro camino al trabajo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas pequeñas adquisiciones, pueden sumar un desembolso significativo en nuestras finanzas. ¿Te has puesto a pensar en cuánto podrías ahorrar si llevaras comida a la oficina
en lugar de comprarla en la cafetería? O, ¿si dejaras de tomar taxi por no salir temprano de casa?

¿Qué son los gastos hormiga?

Los gastos hormiga son pequeños gastos que, por ser una pequeña cantidad, pasan desapercibidos e incluso, nos parecen insignificantes. Son tan cotidianos que muchas veces no percibimos el momento en que los hacemos. Sin embargo, a la larga resultan un gasto considerable, por lo que representan un desajuste importante en nuestro presupuesto.



¿Cómo identificar un gasto hormiga?

El primer paso para erradicar un problema, es reconocerlo. Por eso te dejamos estas preguntas que te pueden ayudar a saber si tus compras son o no un gasto hormiga:

¿Esta compra está dentro de mi presupuesto?

Es fácil caer en la trampa de pensar que “es un gasto chiquito”. Pero a largo plazo, ese dinero puede representar un gran gasto, o una gran oportunidad de ahorro.

¿Gasto en esto de manera periódica?


Puede ser diario, quincenal o mensual, es importante monitorearlos para poder medir su impacto real en nuestra cartera.

¿Me lo pude haber ahorrado?

Muchos de estos gastos pueden evitarse si les dedicamos tiempo o recursos propios en casa. Revisa tu rutina, y ve si puedes hacer ajustes para ahorrarte algún dinerito.



Consejos para fumigar tus gastos hormiga

Si ya te diste cuenta de que estás haciendo más de uno de estos gastos, revisa estas recomendaciones para eliminarlos:

  • Prepara tus alimentos en casa: Si llevas tu café o comida desde casa al trabajo, tu cartera sentirá la diferencia. Puedes hacer una preparación semanal o buscar recetas fáciles
y económicas en internet. Además, tienes más control de lo que consumes. Destina un tiempo del día para preparar tu lunch, bien sea que lo lleves al trabajo, o comas en casa.

  • Ten una buena rutina de sueño: Puede sonar poco útil, pero si descansas bien y logras levantarte un poco más temprano. Veras que los taxis de emergencia, por ejemplo, pueden eliminarse de tu lista de gastos diarios.

  • Contrata un plan telefónico apto a tus necesidades: Las pequeñas recargas diarias, muchas veces suman más que un pago fijo. Actualmente hay diversas compañías telefónicas que ofrecen planes mensuales e incluso anuales, con precios bastante accesibles. Investiga más opciones fuera de las compañías comunes y verás que hay un amplio mercado, seguro encontrarás la adecuada.

  • No descartes el transporte público: Sabemos que muchas veces preferimos la comodidad de un carro particular para trasladarnos. Sin embargo, si revisamos el gasto de gasolina, cuota de las apps o incluso del estacionamiento
y la propina de los parqueros. Usar en medida de lo posible esta alternativa, te lo va a agradecer tu cartera y el medio ambiente.


Ahora que reconoces estos gastos, puedes trabajar en conseguir un mayor orden en tu economía. Recuerda que la disciplina y la planificación son indispensables para lograr una buena salud financiera.

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Actualidad Laboral / Con información de Forbes México