El índice de precios al consumidor de Argentina cerró el año 2020 en un crecimiento en tasa interanual del 36,1%, lo que supone el nivel más alto del indicador en América Latina solo por detrás de Venezuela, según datos del Instituto Nacionales de Estadísticas y Censos (Indec) publicados este jueves.
Con respecto a la tasa mensual, el Indec ha señalado que la inflación se situó en el 4%, el dato mensual más alto de todo 2020, justo por delante de octubre (3,8%) y marzo (3,3%).
Pese a la elevada tasa interanual de inflación de este año, supone un descenso significativo con respecto a la cifra del diciembre de 2019, cuando el índice se situó en el 52,9%.
"Las nuevas cifras son preocupantes", ha señalado en declaraciones a Europa Press el director del programa de América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedan. El experto ha subrayado la situación del país sudamericano, que actualmente atraviesa su tercer año de recesión junto con una inflación "altísima".
"Dados los efectos recesivos de la pandemia, no es sorprendente que la tasa de inflación en la mayoría de la región es baja. Pero Argentina no ha podido escapar de estanflación, pues no puede aprovechar del único lado positivo de la pandemia", ha apostillado Gedan.
Uno de los factores claves para entender la inflación argentina es su falta de acceso a los mercados de capitales y a financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para Gedan, es normal tener un déficit durante una crisis económica mundial, pero los demás economías grandes de Latinoamérica han podido obtener préstamos significativos. "Argentina, por lo contrario, sigue imprimiendo pesos para cubrir los gastos públicos", ha apuntado.
Asimismo, el director ha señalado que los controles de precios no son una respuesta a largo plazo. Por su parte, los subsidios insostenibles para servicios públicos, como el transporte, no da confianza para el futuro. En este sentido, Gedan ha advertido que la devaluación anticipada disparará aún más la inflación.
En tasa interanual, los precios de las prendas de vestir y calzado fueron las que más incrementaron su valor durante un año, hasta el 60%; seguida de la recreación y cultura (48%); alimentos y bebidas no alcohólicas (42,1%); y equipamiento y mantenimiento del hogar (37,7%); restaurantes y hoteles (36,3%).
Por debajo de la media interanual del 36,1% se sitúan los precios del transporte (34,2%); las bebidas alcohólicas y el tabaco (33,1%); la salud (28,7%); bienes y servicios varios (26,7%); educación (20,1%); vivienda, agua electricidad y otros combustibles (17,6%) y comunicación (7,6%).
Con respecto a la tasa mensual, los precios más altos se ubicaron los sectores de salud y recreación y cultura, ambos con un 5,2%. A estos le siguen el transporte (4,9%), los restaurantes y hoteles (4,6%) y los alimentos y bebidas no alcohólicas (4,4%). Por debajo del 4%, se situaron las prendas de vestir y calzado (3,6%), las bebidas alcohólicas y tabaco (3,4%), la vivienda, agua, gas y otros combustibles (3%), el equipamiento y mantenimiento del hogar (2,4%) y bienes y servicios varios (1,7%). Los precios en la educación y en comunicación se mantuvieron en el 0%.
Actualidad Laboral / Con información de Americaeconomia