El e-commerce Food&Tapas no funciona como una empresa tradicional. No es necesario que sus empleados vayan todos los días a la oficina. Esta compañía, especializada en comida mediterránea y que vende principalmente en Estados Unidos, ha creado un estilo de trabajo en red en el que no importa la ubicación desde la que se actúa. Su modelo innovador también permite a los empleados desarrollar su carrera en varias empresas a la vez. "Por ejemplo, nuestro e-commerce manager está incorporado a la plantilla, pero al mismo tiempo opera para otras empresas. Tenemos una relación mercantil con él, trabaja unas horas determinadas para nosotros y estamos en contacto permanente. Cabe matizar que las otras compañías no son competencia. En el mundo digital esto es muy común. Son sistemas más flexibles que permiten al profesional tener varias carreras y potenciar su presencia en el mercado laboral", explica José Canseco, fundador de este e-commerce, profesor de EAE Business School y socio director de la consultora The Human Touch.

El caso de Food&Tapas es un ejemplo de cómo las organizaciones están cambiando su forma de relacionarse con los empleados. Como consecuencia, los profesionales también están modificando la manera en la que abordan su vida laboral. En un primer momento, se accedía a un trabajo para toda la vida. Después, los profesionales pasaron a ser los responsables de su propia evolución y, por tanto, debían decidir los cambios que querían realizar. A partir de ahora, la mayoría se comportará como slashers, es decir, trabajadores independientes que no se atan a una sola compañía y cuya trayectoria está compuesta por multitud de proyectos. Se trata de compaginar varias ocupaciones que se complementan entre ellas o embarcarse en actividades de diferentes sectores. En ambos casos el objetivo es el mismo: impulsar la marca personal y así conseguir un perfil más valorado. Amber Wigmore, directora ejecutiva de Talent&Careers de IE, explica que el nacimiento de estas prácticas se debe al dinamismo y a la alta competitividad del mercado laboral. Esto obliga a los profesionales a renovarse continuamente con la intención de diferenciarse del resto y no perder atractivo de cara a los empleadores.

Canseco añade que este fenómeno ha empezado a extenderse por tres razones principalmente: "En primer lugar, por los intereses de las generaciones más jóvenes, que buscan continuamente oportunidades nuevas y que han cambiado el concepto de lealtad a una organización. Por otra parte, los avances del mundo digital también han tenido un gran impacto. Se han implantado modelos de trabajo flexibles y han aparecido sectores y profesiones disruptivas. Por último, no hay que olvidarse de la necesidad de muchas personas de buscar ocupaciones diferentes por necesidades económicas. Los profesionales empezaron a formarse en actividades complementarias y al final se han ido convirtiendo en parte de su carrera".

Por el momento, la opción más habitual para ocuparse en varias carreras es la del emprendimiento. La creación de start up adquiere así una nueva dimensión. Cada vez es más habitual que los profesionales que trabajan por cuenta ajena se animen a lanzar su propio proyecto. Otras opciones frecuentes son trabajar como freelance o prestar servicios como consultor o ponente en un sector específico.

Renovación continua

Este nuevo panorama plantea continuos retos en la carrera de los profesionales. De hecho, se estima que cada cinco años cambiaremos de trabajo e incluso de profesión. Esto puede generar cierta incertidumbre. Para enfrentarse a ella, resulta imprescindible analizar las claves de cada sector y así ser capaces de prever qué depara el mercado laboral. "Los profesionales tienen la responsabilidad de seguir siendo competitivos y de mostrarse interesantes para la industria. Por así decirlo, han de saber cuál es su cotización en el mercado laboral. A medida que ésta disminuya, deben invertir más en su propia formación", matiza Pedro Moneo, CEO de Opinno. Pero no es suficiente con realizar algún curso para renovarse de vez en cuando. Actualmente, hay que tener en cuenta la fórmula del 70, 20, 10: el 70% del aprendizaje se adquiere con el trabajo del día a día, el 20% a través de compañeros y contactos del sector y sólo el 10% procede de formación reglada.

En este sentido, Jiménez da una especial importancia a ese 20% para que los profesionales puedan identificar las tendencias del mercado y sepan cómo adaptarse a ellas. Así, resulta esencial profesionalizar las figuras de los mentores. "Por ejemplo, algunas empresas han lanzado programas de tutoring para orientar a los empleados dentro de la empresa y darles una perspectiva amplia del sector. Es cierto que quizá algunos tomen esta formación para tantear a otras compañías, pero es el precio que hay que pagar por formar los mejores empleados", comenta Jiménez.

Asimismo, las habilidades como la flexibilidad, la creatividad, la innovación, la capacidad de planificación, de comunicación y de adaptación a diferentes entornos y equipos son cruciales para poder ocuparse en varias carreras. Jon Segovia, profesor de dirección de personas de Deusto, explica que, "al fin y al cabo, existe un fuerte componente de conocerse a uno mismo, y saber dónde se puede aportar valor. Los profesionales deben mostrarse como un producto o servicio, que pueden contratar las empresas por una serie de horas".

Ampliar los círculos profesionales, convertirse en experto en varias disciplinas y saberse mover en un mercado laboral cada vez más exigente son los principales beneficios de embarcarse en este nuevo estilo de vida laboral.

Sin embargo, esto también plantea una serie de desafíos. En primer lugar, los profesionales han de evaluar el coste de dar el salto a otra ocupación y valorar hasta qué punto eso supone un paso más en su carrera. También tienen que dialogar con sus empresas. Las organizaciones deben ser conscientes de que si un profesional tiene relación con otras compañías no tiene porqué ser nada negativo. Al contrario, "contar con un trabajador con inquietudes en varios sectores y que no tenga miedo a afrontar nuevos retos es positivo", reconoce Wigmore. Eso sí, también matiza que el profesional tiene la obligación de ser sincero con ambas compañías y ser consciente del tiempo que le puede dedicar a ambas. En este sentido, la ética de trabajo y la planificación se vuelven cruciales para asegurar el éxito en este tipo de carreras profesionales.

Tres pasos para evolucionar

  • Es necesario identificar las tendencias de los distintos sectores y analizar cómo se está implantando la tecnología en cada uno de ellos. Hay que participar en foros especializados o intercambiar opiniones con distintos profesionales. De esta manera, resultará más sencillo prever qué perfiles se necesitarán. Es esencial formarse en un área innovadora y dedicarse a ella de manera complementaria. Esto potenciará la marca personal para así cautivar a los empleadores.

  • Al compaginar varias carreras, hay que hacer un especial hincapié en ciertas habilidades. En primer lugar, hay que adaptarse a los modelos de trabajo flexible y saber cuánto tiempo se puede dedicar a cada actividad. Hay que ser sinceros con las distintas compañías. También es necesario aprender a trabajar en equipos remotos y desarrollar una gran capacidad de planificación. Al mismo tiempo, hace falta una gran capacidad de innovación para realizar propuestas a cada uno de los 'clientes'.

  • El mercado laboral avanza hacia un modelo más independiente y flexible. El contrato indefinido de las ocho horas irá desapareciendo y se pasará a contratar a los profesionales por paquetes de horas. Esto supone un nuevo panorama en el que no es sencillo moverse. A partir de ahora, los profesionales deben ser capaces de crear su propio puesto de trabajo. Han de saber qué aportan a las empresas y estar en contacto permanente con la industria para conocer cómo está valorado su perfil en el mercado.


Qué es la 'uberización' del empleo

La digitalización ha fomentado la deslocalización del trabajo y como consecuencia se han impulsado modalidades de empleo independientes. Cada vez son más comunes las fórmulas de los 'freelance', de las colaboraciones o del teletrabajo. Todo esto dibuja un mercado laboral que opera de manera similar al funcionamiento de los negocios de economía colaborativa, como Uber. A partir de ahora, los profesionales trabajarán por proyectos y las empresas ya no contratarán a personas de forma fija, sino a servicios para obtener una serie de resultados. Así, se ha dado lugar a una figura profesional, que ya empieza a asentarse. Se trata de los 'slasher', especialistas independientes que trabajan por etapas y que practican la denominada 'multiprofesión'. Estos expertos construyen su vida laboral sin cerrarse a una única empresa. Hay que diferenciar esta tendencia del pluriempleo. En este caso, los profesionales se unen a varios proyectos compatibles entre sí y los empleadores conocen sus diversas ocupaciones. Así alcanzan la estabilidad laboral y potencian su marca.

Actualidad Laboral / Con información de Expansión