Los consumidores de hoy valoran su tiempo como nunca antes. Con la proliferación de las apps on-demand no hay razón alguna para volver a hacer una fila, ni para salir de tu casa si no quieres. Sabes cómo funciona: Rappi para hacer el súper, Netflix para las películas, Zolvers para cambiar ese foco que no alcanzas e incluso mecánicos on-demand para darle mantenimiento al carro que ya casi nunca se usa porque Uber está en todos lados. Sí, bienvenidos al futuro.
Sin embargo, como con todo, el cambio es una constante. Así que si piensas que los adultos de hoy en día necesitan una gratificación instantánea, imagínate la cantidad de demandas que tendrá la próxima generación. Por esta razón, los que están construyendo un negocio que esperan sobreviva deberían pasar de proveer bienes a proveer… servicios.
Gasta dinero para comprar tiempo
Un estudio reciente en el Proceedings of the National Academy of Sciences sugiere que, la gente que gasta dinero en servicios que les ahorran tiempo se sienten más felices. “Lo que encontramos es que la gente que gasta dinero para comprar tiempo reportaron ser, casi un punto más altos, en nuestra pirámide de 10 escalones hacia la felicidad, comparados con las personas que no usan el dinero para comprar tiempo,” escribió Elizabeth Dunn, una de las autoras del estudio y profesora de psicología en la Universidad de British Columbia. “La gente de todo el espectro de ingresos se beneficiaron de ‘comprar tiempo”.
Un experto en consumidores nombró este fenómeno el movimiento “hazlo por mí”. Ese experto es Scot Wingo, cofundador del Channel Advisor y CEO de Spiffy, un servicio de mantenimiento automotriz on-demand. Wingo dice que el futuro del consumo no es hacer las cosas por ti mismo (DIY. Do-It-Yourself), sino hazlo-por-mí (DIFM, Do-It-For-Me).
DIFM
“La mente del consumidor ‘hazlo-por-mí’ rechaza el DIY,” dijo Wingo en una entrevista. “El consumidor DIFM descubrió el poder de la conveniencia a través de la economía on-demand y nunca volverá a mirar atrás,” continuó. “Estos consumidores le dan prioridad a pasar tiempo con sus hijos o a sus hobbies, por encima de tareas como cortar el pasto, limpiar la casa o lavar sus autos. Y lo más importante, el consumidor DIFM está dispuesto a gastar dinero para ahorrarse tiempo”.
Otros empiezan a estar de acuerdo. Para investigar el futuro de la economía on-demand, en una entrevista que Vikrum Aiyer sacó en el podcast Penn Wharton Public Policy Initiative. Recordemos que, Aiyer es el líder de comunicación estratégica y políticas públicas de Postmates, Inc., la plataforma de comida a domicilio on-demand. Este explicó en el podcast que en Postmates han visto cómo sus socios comerciales han incrementado sus ventas en 3 o 4 veces su nivel anterior, una vez que empezaron a utilizar el servicio de comida a domicilio.
“Esto va mucho más allá de la comida, porque actualmente estamos dando servicio a ferreterías y más”, le dijo Aiyer a sus entrevistadores. “Y eso es básicamente porque alcanzamos un nuevo nivel de clientes potenciales, ampliando el alcance geográfico de las tiendas. Esto valida la tesis de que la economía on-demand y la automatización van a cambiar realmente, y están cambiando, la forma en la que el comercio está conectando a las comunidades”.
La lección para los emprendedores
Así que, ¿cómo deben responder los líderes de negocios y los emprendedores? Deben intentar llegarle a los consumidores que están dispuestos a gastar dinero para ahorrarse tiempo. Como emprendedores, podemos usar esa información para darle forma a mensajes, publicidad y nuevos productos. Cualquier producto que estemos creando o vendiendo, debemos incorporar el hecho de que los consumidores están dispuestos a gastar dinero para ahorrar tiempo.
“Cuando observas el PIB en Estados Unidos, los bienes o productos representan un 20% del PIB y los servicios representan el otro 80%”, dijo Wingo. “Utilizando esos alcances tan amplios, creo que la tendencia de “servicios digitales” puede llegar a ser una oportunidad tan grande como el e-commerce. En los próximos cinco años, llamar a un proveedor de servicios se sentirá tan arcaico como usar las Páginas Amarillas. Tu teléfono será el control remoto de tu vida, y tendrás un montón de productos y servicios disponibles a tu antojo, de una manera transparente y totalmente digital”.
Aunque algunos detractores dirán que el DIFM es un lujo exclusivo para los más pudientes, esa no es la realidad. El “hazlo-por-mí” es benéfico para cualquiera que pueda beneficiarse de ahorrar tiempo. “Pensamos que los efectos solo servirán para los que tienen un sobrante de ingresos pero, para nuestra sorpresa, encontramos que los mismos efectos se presentan en todo el espectro de ingresos” compartió Dunn.
Darles a los consumidores la habilidad de “comprar de vuelta” un recurso sumamente escaso, su tiempo, es el futuro del consumismo. Suena un poco como el thriller de ciencia ficción In Time, pero para que las compañías on-demand se muevan más allá de la era de Uber, una gran oportunidad de mercado consistirá en los consumidores que están buscando por opciones DIFM. “Mover a la gente hacia arriba en la escalera de la satisfacción de vida no es algo fácil,” dijo Dunn. “Así que, si alterando lentamente la forma en la que la gente gasta su dinero puede subirlos un escalón completo, es algo que realmente queremos entender y, tal vez, animar a la gente a hacerlo.”
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur