“Cada uno de nosotros tiene el poder de decidir: ¿vemos una mala o una buena hierba?”. Esta sentencia no es de ningún filósofo ni sociólogo conocido. Esta frase de manual, que bien podría enmarcarse en algunos de los libros de psicología optimista que tan de moda se ha puesto actualmente, fue pronunciada en su momento por el danés Thorkil Sonne fundador hace diez años de la empresa social Specialisterne focalizada en conseguir trabajo para personas con trastorno del espectro del autismo (TEA).

Sonne se inspiró en su joven hijo Lars, que había sido diagnosticado de autismo. En realidad, el danés encontró la fórmula y la estrategia de potenciar las habilidades propias del trastorno para integrar a estas personas en un sector del mercado laboral como el de las Tecnologías de la Información (TI), que demanda un tipo de cualidades que ellos poseen. “Son habilidades muy específicas, normalmente en relación a la pasión por los detalles, la constancia, la perseverancia, la memoria o una capacidad muy buena para la concentración y las tareas repetitivas”, asegura Lidia Montserrat, una de las tutoras que trabaja para la empresa Specialisterne en Barcelona, que inició su actividad hace un año siguiendo el modelo danés. De hecho, la actividad de la empresa ha sido premiada recientemente por el Ayuntamiento de Barcelona, que le ha otorgado un premio por su proyecto de innovación social.

Informática y habilidades sociales

Los TEA son trastornos del desarrollo que afectan a la capacidad de comunicación e interacción con los demás, entre otras. Y es que al autismo se define por un determinado conjunto de comportamientos que afecta a los individuos en grados y formas variadas, de ahí el uso del término “espectro”. El modelo Specialisterne empezó a funcionar en Barcelona el pasado 2013 con cursos de tres a cinco meses en habilidades sociales y Tecnologías de la Información, incluyendo también prácticas en empresas. Tras los primeros tres cursos, la empresa ya tiene ocho consultores con contrato laboral, y esperan duplicar esa cifra antes de fin año. “Las personas con autismo o síndrome de Asperger tienen dificultades específicas en áreas como la comunicación o la interacción social, y eso es lo que normalmente acaba por expulsarles del mercado laboral a pesar de sus buenas capacidades”, asegura Francesc Sistach, director general de Specialisterne en España. Sistach explica que el perfil de las personas con las que trabajan “son los casos más leves, que presentan algunas dificultades pero poseen capacidades cognitivas normales o, en algún caso, por encima de lo normal, por lo que tienen muchas ganas de trabajar y encontrar una oportunidad”.

Oportunidades reales

La empresa trabaja actualmente con cuatro clientes en Catalunya que ya han decidido incorporar a su oferta laboral consultores formados durante este último año. “En España la tasa de paro está por encima del 20%, pero si nos fijamos en el sector informático, y más especialmente en las tareas de software, la tasa de paro es muy baja, hasta el punto que faltan trabajadores”, afirma Francesc Sistach, quien cree que “les estamos ofreciendo a estas empresas una nueva cantera muy buena”. El primer grupo de consultores que ya están trabajando realizan proyectos de monitorización de servidores SAP, pruebas de software de aerolíneas, revisión de contratos para entidades financieras, y tratamiento y archivo de documentación para Administraciones Públicas. “La respuesta está siendo muy buena, ya que los clientes están valorando de manera especial la actitud de las personas, muy motivadas para trabajar, la calidad, y el rendimiento que, en algunos casos, está siendo sorprendentemente bueno”, concluye Sistach.

Durante el curso, las personas trabajan, por un lado, tareas informáticas, aprendiendo a hacer proyectos de gestión y tratamiento de datos, documentos o pruebas de software, aunque, y otro lado, cuentan con tutores que se encargan de ampliar y mejorar sus habilidades sociolaborales para que se puedan integrar posteriormente a un puesto de trabajo.  La empresa social iniciará en breve sus operaciones en Madrid, en noviembre se llevará a cabo el primer curso de formación. Entre la capital española y Barcelona Specialisterne prevé crear 150 puestos de trabajo, un 80% destinados a personas con autismo o síndrome de Asperger, que tiene una prevalencia de uno cada 68 ciudadanos.

 Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia