Avianca Holdings informó que sus pérdidas netas durante el primer trimestre de 2021 ascendieron a US$311,6 millones de dólares, que corresponden a más de $1 billón de pesos colombianos. En comparación con los tres primeros meses del 2020, las pérdidas de Avianca aumentaron 157,1 %, pues entre enero y marzo del año pasado las pérdidas fueron de US$121,1 millones de dólares.
La pérdida de la aerolínea se explicó por los efectos negativos, de la pandemia del coronavirus en la industria aeronáutica y turística mundial. Pese a las medidas de reactivación económica y al inicio de las campañas de vacunación, contra el coronavirus en gran parte del mundo.
A causa de la pandemia, Avianca terminó el 2020 con una pérdida de US$1.094 millones de dólares, casi $4 billones de pesos colombianos. La aerolínea completó así dos años consecutivos en los que arrojó números rojos, pues en 2019 las pérdidas de la compañía habían llegado a US$894 millones; mientras que en 2018 había ganado US$1,1 millones, y en 2017 las ganancias habían sido de US$82 millones.
Avianca se encuentra bajo un proceso de reorganización judicial regulado por el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos; y supervisado por el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York. Dentro de su documento de estados financieros, Avianca dijo que hay incertidumbre sobre la continuidad de operatividad de la aerolínea. “Nuestra situación de Capítulo 11 genera incertidumbres materiales, que pueden generar dudas significativas sobre nuestra capacidad para continuar como un negocio en marcha”, dice el documento.
Además, Avianca dijo que al cierre del trimestre tenía un déficit patrimonial de US$1.571 millones de dólares, y deficiencias de capital de trabajo por US$5.123 millones. “Estas condiciones indican la existencia de una incertidumbre material, que puede generar dudas significativas sobre la habilidad del grupo, para continuar como negocio en marcha. Nuestra conclusión no es modificada en relación con este asunto”, dijo KPMG, entidad que hace las revisiones fiscales de la aerolínea.
“Cualquier retraso en nuestros procedimientos del Capítulo 11, aumenta los riesgos sobre nuestra incapacidad para reorganizar nuestro negocio, y salir de la bancarrota; y puede aumentar nuestros costos asociados con el proceso de reorganización”, dijo Avianca.
El futuro de Avianca
En el último año, Avianca intentó poner la casa en orden. Redujo drásticamente la nómina; de unos 21.000 empleados a cerca de 16.000. Tras entrar, en mayo de 2020, al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos reorganizó la estructura de crédito y aprovechó la crisis, para iniciar sendas negociaciones con arrendadores y proveedores de aviones.
Justo después de cumplir 100 años de operaciones, la aerolínea tuvo que reinventarse para mantenerse vigente en el mercado actual. La nueva versión de Avianca es más liviana en costos operacionales, lo que le permitirá competir por nuevos segmentos que no tenía antes de la pandemia. Por eso se anticipa, que la competencia con las compañías de bajo costo será feroz.
Hace unas semanas la aerolínea nombró a Adrian Neuhauser como nuevo presidente de la compañía, en reemplazo de Anko van der Werff. Con miras a la consolidación de Avianca en las Américas, avanzar en el proceso de reestructuración corporativa y en la reactivación tras la pandemia. “Para garantizar una transición fluida, Van der Werff fue nombrado como miembro de la Junta de Directiva de Avianca el día de hoy, cargo que ejercerá a partir de la fecha, y a su vez será asesor de Avianca hasta mediados de junio”, dijo la compañía en su momento.
Neuhauser viene trabajando en Avianca desde 2019, como vicepresidente financiero y más recientemente se desempeñó como vicepresidente ejecutivo corporativo; con liderazgo directo sobre el chief operating officer, la Vicepresidencia Jurídica y General Counsel, la Vicepresidencia de Compras y la Dirección de Arquitectura.
Actualidad Laboral / Con información de Revista Semana