La economía chilena tendrá una expansión mayor a la esperada este año en medio del galopante aumento del consumo privado, que ha fortalecido la recuperación tras el impacto de la pandemia de coronavirus pero que también presiona los precios, reveló el Banco Central.
En su Informe de Política Monetaria (IPoM), el organismo pronosticó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile crecerá entre 10,5% y 11,5%, por sobre el rango de 8,5%-9,5% que había estimado en junio.
"La revisión al alza del consumo privado es el principal factor tras la corrección de crecimiento del 2021", dijo el banco en su informe.
La actividad ha recibido un gran impulso por las ayudas económicas a hogares dispuestas por el gobierno para combatir el efecto de la pandemia, además de los cuantiosos retiros de ahorros privados de pensiones aprobados en el Congreso.
"La porción que se está consumiendo de los recursos disponibles -ingresos habituales, IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y retiros previsionales- superó significativamente lo previsto en junio", agregó.
El mayor gasto ha aumentado la presión sobre los precios al consumidor, que anotaron en julio un avance anualizado del 4,5% y del 0,8% mensual. En tanto, el PIB del segundo trimestre creció un 18,1%, por sobre lo esperado por el organismo.
Con esto, el Banco pronosticó que la inflación promedio anual alcanzará un 4,2% este año, superando el tope del rango de tolerancia de entre 2% y 4%. La estimación previa era del 3,9%.
En tanto, el precio del cobre promediaría este año US$ 4,15 por libra, desde los 4,25 previstos anteriormente.
En la víspera, el organismo sorprendió al mercado con una fuerte alza en la tasa referencial de interés para "evitar la acumulación de desequilibrios macroeconómicos".
El Banco dijo que continuará retirando el estímulo, con lo que la tasa clave debería volver a su nivel neutral a mediados del primer semestre del 2022.
En cuanto a 2022, pese a que se anticipa también un mayor nivel de gasto privado, la alta base de comparación resulta en un rango de crecimiento más bajo, entre 1,5%-2,5%, mientras que la inflación total promedio llegaría al 4,9%.
Por su parte, la inversión crecería un 16% anual este año, pero factores restrictivos reducirían su avance a 0,3% y 0,6% en 2022 y 2023.
"A la exigente base de comparación del 2021 se suman la lentitud que sigue mostrando la aparición de nuevos proyectos de envergadura -con la excepción de aquellos de energías renovables-, la significativa alza de las tasas de interés de largo plazo, el impacto de la depreciación del peso, el deterioro de la bolsa y una incertidumbre que sigue elevada en perspectiva histórica", detalló.
Actualidad Laboral / Con información de AmericaEconomia