Bancos con más de US$47 billones en activos, o un tercio de la industria mundial, adoptaron este domingo los nuevos principios de "banca responsable" respaldados por la ONU para combatir el cambio climático; lo que podría alejar sus libros de préstamos de la industria de los combustibles fósiles. Deutsche Bank, Citigroup y Barclays están entre los 130 bancos que se unieron al nuevo marco, en vísperas de la cumbre de Naciones Unidas en Nueva York- Estados Unidos, que apunta a presionar a los gobiernos y las compañías a actuar rápidamente para evitar un calentamiento global catastrófico.
"Estos principios significan que los bancos tienen que considerar el impacto de sus préstamos sobre la sociedad, no solo sobre sus carteras", dijo a Reuters Simone Dettling, representante líder de los bancos en la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Bajo presión de los inversores, reguladores y activistas del clima, algunos de los grandes bancos han reconocido el rol que los prestamistas necesitan desempeñar, en una transición rápida a una economía baja en carbono.
El financiamiento para el petróleo, gas y carbón ha sido objeto de un particular escrutinio a medida que científicos climáticos han intensificado sus pedidos, para cambiar la fuerte dependencia de la economía mundial en combustibles fósiles y evitar un calentamiento desastroso.
Los mayores defensores de los principios dicen que las normas alentarán a los bancos a desviar sus portafolios de préstamos de los activos intensivos en carbono y, redirigir capital a industrias más ecológicas. Los críticos, en tanto, argumentan que los bancos deberían ir más allá al comprometerse explícitamente, a eliminar paulatinamente el financiamiento a proyectos ligados a combustibles fósiles y agronegocios que generan deforestación en la Amazonía, el sudeste asiático y otras regiones.
Sin embargo, los nuevos estándares también podrían obligar a los bancos participantes a elegir entre los negocios anteriores de clientes en sectores con alto contenido de carbono, y el riesgo de ser acusados de no cumplir con los principios si continúan financiando tales empresas.
Aunque la iniciativa es voluntaria, Dettling, quien desempeñó un rol central durante 18 meses de negociaciones con un grupo principal de 30 bancos fundadores, aseguró que los prestamistas serían renuentes a aceptar el riesgo reputacional de perder su estatus de signatario. "Necesitan demostrar que están progresando y lo hacen dentro de un cronograma dado", aseguró. "En última instancia, los bancos que no están en línea con sus compromisos y no progresan pueden perder su estatus de signatario".
Otros bancos que se unieron a los principios incluyen a Danske Bank, ABN Amro, BNP Paribas, Commerzbank, Lloyds Banking Group y Societe Generale, según un comunicado.
Actualidad Laboral / Con información de América economía