El BBVA ha comunicado a los sindicatos y a los empleados en España “la voluntad de iniciar un procedimiento de despido colectivo en España, que afectará tanto a los servicios centrales como a la red comercial”. Para ello, ha convocado a la representación legal de los trabajadores, para una primera reunión el próximo 16 de abril.
Desde el inicio del año, se han publicado informes de analistas y noticias en medios de comunicación que cifraban en 3.000 personas, las posibles afectados por este ERE (Expediente de Regulación de Empleo). Este plan de ajuste afecta solo al banco BBVA España, por lo que quedan fuera los empleados de las sociedades del grupo, aunque estén radicadas en Madrid. La plantilla afectada son alrededor de 23.300 personas.
El banco no ha facilitado la cifra a los sindicatos por el momento. En 2020 y al comienzo de este año, negó que necesitara reducir su plantilla para adecuar los costes; pero posteriormente, ante el avance de la digitalización, la venta de su filial en Estados Unidos con plusvalías de 10.000 millones y la caída de resultados, fue cambiando sus declaraciones públicas.
“Enorme presión competitiva”
La entidad presidida por Carlos Torres asegura que, su “objetivo es explorar conjuntamente fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla”. Y lo justifica diciendo que el sector bancario, “se encuentra en un contexto de profunda transformación marcada por: una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales”.
El BBVA considera que este es el camino para garantizar, “la competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro”. Y añade: “Por lo que resulta imprescindible, continuar trabajando de forma aún más decidida, en reducir nuestra estructura de costes (...). Desde BBVA abordamos este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos”, añade en la nota dirigida a la plantilla. Por último, asegura que mantendrá informados a los empleados sobre los hitos y los acuerdos alcanzados, “preservando siempre el respeto al proceso negociador” que acaba de iniciar.
Actualidad Laboral / Con información de El País