11-08-2014
La protección de los trabajadores ante la llamada “tercerización” ha estado siempre contemplada en las leyes del trabajo de Venezuela, según la abogada y exminsitra del Trabajo María Bernardoni de Govea, “sin embargo esas normas no se cumplieron”.

Explica, en entrevista concedida a Unión Radio, que por este motivo se consideró que la tercerización “era una especie de monstruo que había que eliminar y es lo que se ha tratado de hacer en la nueva Ley”.

La especialista señala que se incluye un concepto totalmente equivocado porque el término tercerización, implica que “pueden existir relaciones laborales en las que participen tres en lugar de dos. En vez de patrono y trabajador, podría estar dos empresas y un trabajador, es decir ,el trabajador es contratado por una empresa para que preste servicios para otra empresa, de allí viene el término tercerización”.

En la Ley anterior se establecía que cuando se daba una relación de trabajo de este tipo el trabajador no podía ser objeto de discriminaciones. Si era contratado para cumplir labores que formaban parte del objeto social de la empresa a la que le prestaba sus servicios, el trabajador debía contar con las mismas condiciones que tenían los trabajadores de esa empresa. “Pero esto no se cumplió y el primero que incumplía era el estado con sus trabajadores”.

Para Govea las cosas que surgen en la realidad económica y social como la tercerización, lo hacen para cubrir necesidades de la economía moderna, y “lo peor que se puede hacer es prohibirla, lo que hay que hacer es regularla de manera que no produzca malestar en los trabajadores”.

Lo fundamental es la autonomía

La exministra también se refirió al Congreso de la Central Bolivariana de Trabajadores y señaló que “en el campo laboral lo primero que tendría que plantearse ese congreso de trabajadores es el rescate de la autonomía sindical para poder luchar porque sin autonomía sindical y sin independencia no se puede luchar por los beneficios de los trabajadores”

Dice la abogada que cuando se depende de un poder mayor, en este caso el Estado, se pierde la libertad de acción. “El esquema de funcionamiento de las relaciones laborales debería ser la independencia de patronos y trabajadores para tomar sus decisiones, el Estado debe estar presente como un garante de que el mínimo de derechos que están en las leyes no sea violentado pero de allí en adelante quienes tienen la palabra son los patronos y los trabajadores”.

Actualidad Laboral / NCT / Con información de Unión Radio