Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afirma que el pago de sobornos en sus distintas formas ha surgido en los últimos años como una de las principales dificultades que enfrentan las empresas en Venezuela. Según el informe 35% de las compañías indicó que se les exigió al menos una vez «un regalo» para la ejecución de trámites administrativos en el sector público.
Pero además, el costo de la seguridad en las empresas se duplicó en los últimos años debido a los robos. «La encuesta muestra el estado de las empresas sobrevivientes a la peor catástrofe económica de la región», sostuvo el economista José Luis Saboin.
La encuesta del BID, según nota de prensa de TalCual, reveló que el porcentaje de sobornos es notablemente mayor al 10% de las empresas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que reportaron haber sido extorsionadas; pero también resultó más alta que la medición realizada en 2006 cuando el porcentaje fue de 3,8%.
«El aumento de la corrupción ha sido exponencial en Venezuela. La corrupción por parte de los funcionarios públicos puede ser una carga administrativa y financiera importante para las empresas. En muchos países, los sobornos son comunes y bastante elevados y aumentan los costos burocráticos de obtener los permisos y licencias requeridos«, afirmó el economista José Luis Saboin al presentar la encuesta en un evento organizado por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
En cuanto al tema del crimen y la inseguridad se duplicó el porcentaje de empresas que reportó robo o vandalismo de sus activos, por lo que los costos de seguridad es mayor en Venezuela que en otras naciones. «En el país, las empresas destinan 12% de sus ingresos al tema de la seguridad, mientras que en la región es de 4%».
Entre otras de las dificultades que han sorteado las «empresas sobrevivientes de la peor catástrofe económica de la región», resalta el ambiente macroeconómico en el cual se desenvuelven, y que para 45% de las compañías encuestadas les ha afectado de manera significativa la situación de crisis económica caracterizada por recesión, hiperinflación y devaluación, así como la caída de la demanda.
Mientras que para 21% de los empresarios la inestabilidad política es otro de las dificultades a las cuales se han enfrentado, mientras que para 12% las respuestas se enmarcaron en la falta de electricidad para poder operar. Destacó Saboin que hace 10 años cuando se realizó la anterior encuesta, las tres mayores dificultades eran criminalidad con 32%, apagones con 16% e inestabilidad política con 14%.
«La inestabilidad macroeconómica y política tiene importantes efectos negativos en el crecimiento económico. Estos, como fuentes de volatilidad, reducen los incentivos de las empresas nacionales para invertir, desalientan la llegada de empresas extranjeras y reducen el tamaño y la calidad del mercado interno, entre otras consecuencias. La provisión y confiabilidad de la infraestructura de servicios básicos, como la electricidad, también es fundamental para el desarrollo económico», afirma Saboin.
Los resultados muestran que 80% de las empresas reportaron fallas eléctricas, muy por encima de las respuestas de países de ingresos similares y de países de la CAN (poco más de 50%). Destacaron los encuestados que en promedio se registran unas 10 fallas por mes, en contraste con las tres interrupciones que se registraban en 2010.
Esto ha provocado que cerca de 50% de las empresas encuestadas afirmaron contar con un generador eléctrico, en comparación con el dato de menos de 20% de los países de la CAN y de ingresos similares. En el año 2010, solo 10% pensaba en tener un generador eléctrico.
Destaca además que apenas 18% del empresariado cuenta con una línea de crédito y más del 50% dijo tener dificultades para acceder a un préstamo.
«El problema de la banca en Venezuela es estructural, tienen menos liquidez; pero el patrimonio de la banca está atado a unos instrumentos en default (bonos de deuda pública nacional) y a manejos por inflación, con tasas de interés afectados por la hiperinflación y un aumento de los gastos operativos. No es fácil para los bancos entregar créditos, es una tarea titánica».
El estudio del BID «La empresa venezolana: situación actual, retos y oportunidades» refleja que 577 empresas cerraron en Venezuela en los últimos 10 años, por lo que unas 263 terminaron participando en la encuesta.
«En el año 1997, el país contaba con unas 12.000 industrias, mientras que con la contracción más larga en Latinoamérica ahora sobreviven unas 2.000, es decir, 15% de las empresas que existían hace 22 años. La última encuesta del BID se hizo en 2010 cuando Venezuela transitaba por un boom petrolero, pero siete a ocho años de regulaciones excesivas afectaron significativamente a las empresas. Hoy el país vive un colapso económico, la mayor de las contracciones en los últimos 60 años en la región, con algunas flexibilizaciones», recalcó el economista del BID.
Actualidad Laboral / Con información de TalCual