El multimillonario Bill Gates predijo la pandemia del coronavirus años antes de que llegase, en 2015. De hecho, hizo públicos sus remordimientos de conciencia por no haber insistido más en sus cábalas: "Ojalá hubiera hecho más para llamar la atención sobre el peligro". Aprendiendo del pasado, el confundador de Microsoft quiere poner el foco hoy por hoy en las consecuencias del cambio climático como el próximo reto sanitario y económico que debe asumir la sociedad: "Por terrible que sea esta pandemia, el cambio climático podría ser peor", sentencia en su blog Gates Notes.
Bill Gates, junto a su esposa Melinda, ha sido una de las personalidades más destacadas de la crisis del covid-19. Además de sus donaciones por valor de cientos de millones de dólares para encontrar una vacuna, ha sido una cara visible de la sociedad americana que ha alertado sobre los peligros del virus o sobre la necesidad del confinamiento como mejor estrategia para evitar la propagación. Con este bagaje, uno de los hombres más ricos del mundo quiere utilizar este poder de influencia para concienciar a la sociedad de los peligros del cambio climático.
"A pesar de que el mundo trabaja para detener el nuevo coronavirus y comenzar a recuperarse de él, también debemos actuar ahora para evitar un desastre climático construyendo y desplegando innovaciones que nos permitan eliminar nuestras emisiones de gases de efecto invernadero", explica en su blog.
El Covid-19 y el cambio climático
El cofundador de Microsoft asegura en Gates Notes que el cambio climático podría causar a final de siglo más muertes que el Covid-19. Mientras el coronavirus, calcula el millonario, está presentado una tasa de mortalidad de 14 por cada 100.000 personas, en los próximos 40 años, se prevé que los aumentos en las temperaturas globales provoquen tasas de mortalidad similares al covid-19.
Además, el confundador de Microsoft augura que si el crecimiento de las emisiones se mantiene alto para finales de siglo, el cambio climático podría ser responsable de 73 muertes adicionales por cada 100.000 personas.
"En otras palabras, para 2060, el cambio climático podría ser tan mortal como Covid-19, y para 2100 podría ser cinco veces más mortal", sentencia.
Frente a este panorama desastroso, el empresario más allá de hacer hincapié en las terribles consecuencias del cambio climático, quiere poner el foco en la importancia de sacar partido a lo aprendido durante la pandemia y lo tarde que se actuó. "Si aprendemos las lecciones de COVID-19, podemos acercarnos al cambio climático más informados sobre las consecuencias de la inacción", asegura. "La actual crisis mundial puede informar nuestra respuesta a la próxima", añade.
Así, Bill Gates insta a la sociedad y a los gobiernos a establecer medidas contra los efectos del cambio climático porque su solución no tiene vacuna y llevará más tiempo. "A diferencia del nuevo coronavirus, para el cual creo que tendremos una vacuna el próximo año, no hay una solución de dos años para el cambio climático. Llevará décadas desarrollar e implementar toda la limpieza", relata.
El propio cofundador de Microsoft confiesa que, aunque está centrado en la lucha contra el virus, está invirtiendo en nuevas tecnologías de energía limpia y creando programas que ayuden a que estas innovaciones lleguen a todo el mundo. "Algunos gobiernos e inversores privados están comprometiendo el financiamiento y las políticas que nos ayudarán a llegar a cero emisiones, pero necesitamos aún más para unirnos. Y debemos actuar con el mismo sentido de urgencia que tenemos para Covid- 19", explica.
Los consejos de Gates
En este artículo, el empresario da una serie de directrices sobre cómo debería ser la estrategia de lucha contra los efectos del calentamiento global, que se resumen a continuación.
Liderazgo científico: deje que la ciencia y la innovación lideren el camino. "Necesitaremos biología, química, física, ciencias políticas, economía, ingeniería y otras ciencias", asegura el millonario.
Energías limpias: el mundo debería usar más energía, no menos, siempre que sea limpia. "Necesitamos nuevas herramientas para combatir el cambio climático: formas sin carbono para producir electricidad, fabricar cosas, cultivar alimentos, mantener nuestros edificios frescos y calientes y mover a las personas y bienes en todo el mundo", relata.
Tener en cuenta las desigualdades: hay que asegurarse de que las soluciones también funcionen para los países pobres. Así, las fuentes limpias de energía deben ser lo suficientemente baratas para que los países de bajos y medianos ingresos puedan comprarlas.
Mortalidad: hay que considerar el impacto del clima en las tasas de mortalidad.
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