América Latina ha hecho avances y ha capeado con éxito múltiples crisis posteriores a la pandemia, pero el crecimiento económico proyectado para este y los próximos años es escaso y no alcanza para reducir la pobreza y crear empleo, dijo el Banco Mundial.
Una de las áreas que ofrece oportunidades es la de servicios, especialmente la digital, que combinada con otras políticas podría impulsar el crecimiento y la inclusión, mejorar la gobernanza y generar consenso social en la región, dijo el organismo con sede en Washington.
En su nuevo informe “Conectados: Tecnologías digitales para la inclusión del crecimiento”, el BM prevé que el Producto Interno Bruto regional crecerá un 2% en 2023, ligeramente por encima del 1,4% pronosticado en abril, pero aún por debajo del de todas las otras regiones del mundo. Para 2024 se espera que sea de 2,3%, y para 2025 del2,6%, quedando aún en niveles similares a los de la década de 2010.
“La región ha demostrado ser en gran medida resiliente a los diversos shocks externos posteriores a la pandemia, pero lamentablemente el crecimiento sigue siendo anémico”, expresó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe. “Los países deben encontrar urgentemente formas de impulsar la inclusión y el crecimiento, mejorar la gobernanza y generar consenso social”.
Las perspectivas del BM fueron reveladas en momentos en que la región enfrenta la presión de elevadas tasas de interés implementadas para controlar la inflación, un bajo crecimiento de las economías avanzadas y perspectivas inciertas en China, que junto con Estados Unidos es uno de los principales inversores externos en la región.
El pronóstico del BM es algo más alentador que el ofrecido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL ) hace casi un mes, cuando advirtió sobre una nueva década perdida: un cremiento de 1,7% en 2023 y de 1,5% en 2024.
Los altos precios de los alimentos y los deprimidos ingresos de los hogares han generado tensiones sociales y una creciente insatisfacción con los gobiernos, que deben enfrentar mayores pagos de deuda por el aumento de la tasa de interés, lo que deja menos margen de inversión en políticas públicas.
Casi un tercio de la región —32,1% de la población— es pobre, de acuerdo con proyecciones de 2022 de la CEPAL, y un 13,1% vive en la pobreza extrema.
El BM advirtió que las bajas perspectivas de crecimiento económico regional no se deben sólo a las condiciones externas desfavorables o al daño colateral provocado por la pandemia. Son también el reflejo de problemas estructurales que llevan décadas sin resolverse, entre ellos la escasa acumulación de capital y productividad.
Los impuestos, la falta de infraestructura y su impacto en los costos de logística y transporte, el bajo nivel educativo y la falta de mano de obra calificada y la incertidumbre y la inestabilidad social, entre otros factores, reducen el atractivo de la región, dijo William Maloney, economista jefe del BM para América Latina y el Caribe. Son obstáculos que existen desde hace años y frenan el crecimiento, indicó en una entrevista por video con The Associated Press.
La expansión de la conectividad digital ofrece oportunidades para progresar y enfrentar los desafíos del pobre crecimiento económico, el limitado espacio fiscal y la insatisfacción social, sostuvo el economista. Pero advirtió que debe ir acompañada de políticas que alienten la inclusión.
Aunque la inversión en conectividad puede estimular nuevos sectores y empleos y ofrecer nuevas áreas de comercio, “no es una fórmula mágica para el crecimiento y puede exacerbar las desigualdades sociales existentes”, dijo Maloney.
El país latinoamericano que más crecerá este año según las previsiones del BM es Panamá, un 6,3%, aunque por debajo del 10,8% de 2022; seguido por Paraguay, con un alza de 4,8%, por encima del 0,1% que registró en 2022.
México crecerá un 3,2% este año y un 2,5% el próximo; Brasil, tendrá un crecimiento de 2,6% en 2023 y de 1,3% en 2024, y Colombia de 1,5% y 2,1%, respectivamente.
Los únicos países de América Latina que cerrarán 2023 con recesión son Argentina, cuyo PBI se contraerá al igual que Haití un 2,5%, antes de volver a crecer un 2,8% en 2024, y Chile, un 0,4%.
Actualidad Laboral / Con información de AP