11-11-2016
La brecha entre los salarios de los trabajadores y su poder adquisitivo nunca ha sido tan abismal como en la actualidad, debido al conjunto de factores del modelo económico actual, como la inflación creciente y el declive en la productividad.
Esa es la conclusión a la que llegó una investigación titulada “Remuneraciones, productividad laboral y gasto público bajo el socialismo del siglo XXI” del profesor Humberto García Larralde, presidente de la Academia de Ciencias Económicas, que fue discutida este jueves durante la mesa de análisis “Deterioro de la capacidad adquisitiva del trabajador”, realizada en la sede del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad) por su Observatorio de Gasto Público (OGP).
García Larralde, aseguró que “en términos reales, los salarios siempre pierden frente a la inflación incluso con los últimos aumentos”. También hizo una comparación entre el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y el gobierno de Hugo Chávez en términos de manejo de la renta petrolera. Aunque acotó que ambos se caracterizaron por altos ingresos por este concepto, el primero intentó impulsar la “siembra petrolera”, lo que influyó decisivamente en el desarrollo nacional. Por su parte, el chavismo se caracterizó en el reparto directo de la renta a través de los subsidios.
Durante el encuentro, Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM), explicó que la conjugación del aumento de los precios y la escasez, junto con el exiguo alcance de los salarios (se requieren 18 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria, comentó), son los causantes del hambre en el país.
Por su parte, Froilán Barrios, exdirectivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) resaltó elementos clave de la investigación de García Larralde, como el mal manejo de fondos públicos y la falta de criterios gerenciales, como los causantes de que en Venezuela esté tan mermada la capacidad adquisitiva de los trabajadores. “En los años setenta cualquier persona con su salario podía comprar bienes e incluso ahorrar”, aseveró el dirigente sindical, tras acotar que los gobiernos posteriores a 1998 han mostrado un “absoluto desprecio en materia de salario pese a asegurar que llegaban al poder en nombre del trabajador”.
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