16-10-2024

La brecha salarial de género en América Latina y el Caribe (ALC) es un problema persistente. Las mujeres que trabajan en la región ganan, en promedio, 70 centavos por cada dólar que ganan los hombres, señala un reporte del Banco Mundial.


Sin embargo, la forma tradicional de medir la brecha salarial de género solo considera los salarios de los trabajadores empleados. Esto pasa por alto el hecho de que muchas personas optan por no trabajar, a menudo debido a factores como las responsabilidades de cuidado o la falta de mecanismos de trabajo flexibles.


Para obtener un panorama más preciso, es necesario considerar tanto los salarios de los hombres y mujeres que están empleados como los ingresos potenciales de aquellos que no están trabajando.


Utilizando datos de 16 países de ALC para calcular la brecha salarial de género entre los trabajadores asalariados formales de tiempo completo y teniendo en cuenta la decisión de trabajar y las características del trabajador, se descubre que los salarios tanto de las mujeres como de los hombres son más altos que los sueldos estimados cuando se considera la decisión de trabajar de las personas.


Brecha subestimada


Esta diferencia sugiere que los trabajadores con menor potencial de ingresos a menudo eligen no trabajar. Si bien esta tendencia, conocida como “selección positiva”, se observa tanto en hombres como en mujeres, es más notoria entre las mujeres en todos los niveles salariales.


Por lo tanto, cuando se combina la información queda claro que con solo comparar los resultados de los salarios de los trabajadores empleados se subestima la brecha salarial, especialmente en el extremo superior de la distribución salarial.


Así, la brecha salarial de género es mayor de lo que se pensaba. Cuando se considera la decisión de trabajar, la brecha salarial promedio de género en ALC aumenta del 4,1 % al 16,2 %. Esta diferencia es particularmente marcada entre las personas de ingreso alto.


También se observa que la brecha no tiene que ver con las habilidades. Si bien las cualificaciones de las mujeres a menudo se comparan favorablemente con las de los hombres, se les paga menos por el mismo trabajo. Esto sugiere que las diferencias de género en las recompensas de las características del mercado laboral desempeñan un papel importante en la brecha salarial de género.


El Banco Mundial recomienda que para reducir la brecha es necesario abordar la segregación ocupacional y la diferencia de género en los ascensos. Para ello, se podría proporcionar información sobre oportunidades de trabajo y habilidades técnicas específicas de cada sector, involucrar a personas ejemplares en programas de capacitación y tutoría, y adoptar leyes de transparencia salarial.


“Un mejor acceso a centros de cuidado asequibles y de calidad puede ayudar a las mujeres a manejar sus responsabilidades laborales y familiares sin renunciar a ningún pago, sobre todo en puestos bien remunerados que a menudo requieren una gran cantidad de horas de trabajo y carecen de flexibilidad, lo que podría ser difícil, especialmente para las madres con varios hijos”, apunta.


Actualidad Laboral / Con información de Revista EyN