04-11-2015
Cabify ha pedido al juez que no suspenda su actividad cautelarmente porque sus conductores no son taxistas encubiertos sino autónomos que ejercen como chóferes con vehículo propio, que trabajan exclusivamente para la plataforma, que es la que se encarga de contactar con los usuarios finales, la mayor parte de ellos empresas.
El juzgado de lo mercantil número 12 de Madrid celebró este miércoles la vista sobre la petición de suspensión cautelar de la actividad de Cabify a demanda de la Federación Profesional del Taxi, al considerar que esta firma de Internet ejerce una competencia desleal en su sector.
Esta asociación de taxistas exige la paralización de Cabify porque entiende que su actividad supone una intromisión desleal en su sector, puesto que los conductores de la plataforma prestan el mismo servicio de recogida de pasajeros en trayectos urbanos que los taxis, sin atenerse a las limitaciones que impone la reglamentación de transportes a las licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC), figura administrativa bajo la que trabajan los conductores de Cabify.
La principal de esas limitaciones es que los conductores que operan con licencia VTC deben regresar a su lugar de estacionamiento habitual tras llevar al pasajero que les contrata un servicio, en lugar de circular continuamente por la ciudad hasta que se les asigna una nueva recogida como hacen los de Cabify, según alegó ante el juez esta asociación de taxistas.
Actualidad Laboral / Con información de El País