Los tecnólogos y los escritores de ciencia ficción han pronosticado el advenimiento de mayordomos robóticos, durante buena parte de un siglo. Hasta ahora los robots domésticos han sido: perros robóticos, aspiradoras, cortadoras de pasto. ¿Pero Robotina, de “Los Supersónicos”? No tanto. Eso podría estar a punto de cambiar. Grandes compañías tecnológicas financian proyectos secretos para el desarrollo de robots.
Amazon.com Inc. ya lleva un tiempo trabajando en una versión robótica de su parlante activado por voz Echo, y este año empezó a asignar más dinero y personal, al emprendimiento. Alphabet Inc. también trabaja en robots, y la empresa fabricante de teléfonos inteligentes Huawei Technologies Inc. está creando un modelo para el mercado chino que, enseñará inglés a los niños.
Ninguno de esos robots puede organizarnos un armario ni preparar cócteles, pero los avances en inteligencia artificial, procesadores y visión digital significan que en los próximos dos años, podrían empezar a aparecer máquinas más simples, según personas familiarizadas con los programas secretos de las compañías.
Que los robots seduzcan a los consumidores, de inmediato, es algo que casi no se tiene en cuenta; dado que permitirán alardear a las compañías y les proporcionarán una ventaja en la competencia, por crear autómatas verdaderamente útiles. “Los robots son la próxima gran novedad”, dijo Gene Munster, uno de los fundadores de Loup Ventures, que estima que el mercado estadounidense de robots domésticos se cuadruplicará y superará los US$ 4,000 millones para el 2025. “Se sabe que será algo grande porque las compañías que tienen los mayores balances participan”.
Muchas empresas han tratado de crear robots domésticos antes. Nolan Bushnell, uno de los fundadores de Atari, presentó en 1983 el Topo Robot, de 90 centímetros (3 pies) de altura y forma de muñeco de nieve. Si bien se lo podía programar por medio de una computadora Apple II, hacía muy poco más que desplazarse y fue un fracaso de ventas. Intentos posteriores de producir asistentes robóticos útiles en Estados Unidos, Japón y China han tenido un desempeño apenas mejor. Roomba, de iRobot Corp., es la versión más exitosa, dado que se han vendido más de 20 millones de unidades desde el 2002, pero hace una sola cosa: aspira.
En los últimos tiempos, Sony Corp. y LG Electronics Inc. han demostrado interés en la categoría. En la Feria de Productos Electrónicos de Consumo de Las Vegas, LG presentó en enero un robot llamado Cloi, pero la demostración se derrumbó cuando el robot no obedeció los comandos de voz. Sony reveló una nueva versión de su perro robótico Aibo, presentado por primera vez hace 20 años. No hace mucho más que ladrar (si bien se lo ha programado para jugar al fútbol). El robot canino también cuesta US$ 1,800, alrededor del mismo precio que un perro real comprado a un criador.
El proyecto Vesta de Amazon cuenta con la supervisión de Gregg Zehr, un experimentado ejecutivo y líder clave de la división de hardware Lab126 de la compañía. Kenneth Kiraly, que contribuyó al desarrollo de Kindle, participa en la dirección del proyecto y prácticamente, ha duplicado su equipo de ingenieros y desarrolladores a aproximadamente 500 personas, desde principios de año, según fuentes familiarizadas con el proyecto.
Project Vesta, que ahora es una importante prioridad, ha pasado de una sola planta en la oficina principal de investigación y desarrollo de Lab126 en Sunnyvale, California, a ocupar instalaciones más grandes y seguras, dijeron las personas. Amazon ha trasladado personal de otros proyectos al trabajo de Vesta y ha cancelado o postergado otras iniciativas, agregaron.
Es probable que Amazon sea la compañía que esté a la delantera. Mientras que el trabajo de Alphabet aún está en una primera etapa de desarrollo, la gigante del comercio electrónico ya habla con socios manufactureros.
Sin embargo, para cambiar en verdad el mundo, dijo Charlie Duncheon -un respetado especialista en robótica y automatización que en su momento dirigió la firma fabricante de robots Grabit-, Amazon y sus rivales tendrán que dominar la articulación de brazos y de manos que puedan agarrar objetos. Esa tecnología existe y mejora con el tiempo, pero mantener los costos en un nivel lo suficientemente bajo, para un mercado de consumo masivo, llevará varios años. Por el momento, Robotina seguirá siendo un dibujo animado.
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