La confianza empresarial ha caído en noviembre en Alemania por segundo mes consecutivo debido a que la segunda ola de infecciones del coronavirus "ha interrumpido la recuperación económica" del país pese a que el gigante europeo ha revisado al alza el crecimiento del PIB del tercer trimestre.
El índice de confianza empresarial del Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo) cayó en noviembre hasta 90,7 puntos, desde los 92,5 puntos de octubre. Las expectativas de las empresas sobre los próximos seis meses son más pesimistas y la valoración de la situación actual es también algo peor.
"La incertidumbre empresarial ha aumentado. La segunda ola del coronavirus ha interrumpido la recuperación económica", ha señalado hoy el presidente del IFO, Clemens Fuest.
Este mes el foco brillante es el sector manufacturero, donde la confianza empresarial ha mejorado porque las empresas han valorado notablemente mejor su situación actual después de que haya aumentado la entrada de pedidos, aunque menos que en octubre.
Sin embargo, las expectativas para los próximos meses de las empresas manufactureras alemanas "se han vuelto notablemente menos optimistas".
En el sector servicios, la confianza empresarial ha caído mucho y por primera vez desde junio ha vuelto a terreno negativo, después de que muchas empresas percibieran su situación actual mucho menos positiva y se mostraran pesimistas respecto a los próximos meses. Los indicadores para los hoteles y las empresas del sector de la gastronomía se han desplomado.
En el comercio, la confianza empresarial también ha empeorado porque "las empresas están menos contentas con su situación actual y sus expectativas se han nublado también". "Los minoristas en concreto dijeron que el negocio marcha mucho menos fluidamente", añade el IFO.
En el sector de la construcción la confianza empresarial ha caído algo porque las expectativas son más pesimistas, aunque la valoración de la situación actual fue algo mejor que en octubre.
La Oficina Federal de Estadística (Destatis) ha publicado también la revisión al alza de tres décimas porcentuales del PIB alemán hasta un 8,5% gracias al aporte del consumo, la inversión y el comercio exterior.
La recuperación del producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea entre junio y septiembre sirvió para compensar gran parte de la caída del 9,8% del segundo trimestre, destacó Destatis en un comunicado.
En concreto, el consumo privado despuntó un 10,8% con respecto al trimestre previo y el gasto público avanzó un 0,8 %, continuando la senda del segundo, donde creció un 2,2%, convirtiéndose en un factor clave para estabilizar el crecimiento de la mayor economía europea.
Destacaron, asimismo, las inversiones en bienes de equipo, especialmente maquinaria, aparatos y vehículos, que se dispararon un 16,0% frente al trimestre anterior, en el que había caído un 2,0%.
El comercio exterior, uno de los puntales tradicionales de la economía alemana, también contribuyó al rebote: las exportaciones se incrementaron un 18,1%, y las importaciones, un 9,1%. Pese al rebote, uno de los más significativos entre las economías industrializadas, el valor bruto agregado al final del tercer trimestre seguía siendo un 4,5% menor que el del mismo período del año anterior.
La población empleada ascendía en el tercer trimestre a 44,7 millones de personas, un 1,4% menos que en el mismo período del año pasado, según las cifras de Destatis.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión